La junta de Banco Base certifica la defunción del SIP de las cuatro cajas
La junta de Banco Base certificó ayer en Madrid la defunción del SIP formado por Cajastur, CAM, Caja Cantabria y Caja Extremadura. La aprobación o no de los puntos del orden del día, el 90% de ellos relativos a la aportación del negocio bancario de las que debían haber sido sus cajas socias con sus consiguientes ampliaciones de capital, perdió su sentido la semana pasada cuando tres de las cuatro asambleas de las cajas (Cajastur, Cantabria y Extremadura) decidieron no continuar con este proceso de integración.
Fuentes cercanas a Banco Base aseguraron que se adoptó la decisión de no someter a votación los asuntos relativos a las operaciones de segregación y el traspaso en bloque "por sucesión universal, del conjunto de elementos patrimoniales que integran, como unidad económica autónoma" el negocio financiero de cada una de las cajas (puntos 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9 del orden del día). "No procedía su aprobación", añadieron.
En la junta no se trató formalmente sobre el futuro de Banco Base, un capítulo que no estaba incluido en el orden del día. El desarrollo de esta entidad es posible que se resuelva en próximas fechas tras las negociaciones que mantienen Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura con CAM. La entidad alicantina ha manifestado su intención de quedarse con la ficha bancaria. Esta estrategia pasa por alcanzar un pacto con las otras tres entidades que tienen previsto permanecer unidas para afrontar otro proyecto conjunto y formar un nuevo SIP.
La idea con la que trabajan Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura es presentar al Banco de España, posiblemente la próxima semana, una reformulación de su balances. También darán a conocer una nueva estrategia que podría incluir a algún SIP que les diera mayor músculo y que no requiriera de significativas inyecciones del FROB. Las tres cajas afirman que, al dejar de ir con CAM, no necesitan ayudas públicas.
Entre tanto el futuro de CAM se mantiene como una de las grandes incógnitas. El Banco de España quiere evitar a toda costa la intervención de CAM, que ha pedido 2.800 millones al FROB, lo que supone que más del 60% del banco que cree estará en manos públicas. La duda es si lo va a poder conseguir. El gobernador aprovechó ayer para enviar un mensaje de tranquilidad a los mercados. Dijo que los inversores deben tener claro que una vez que finalice el proceso de recapitalización de las cajas -y los bancos-, incluida CAM, cumplirán con los requisitos de capital del 8% si cotizan y del 10% si no es así. Ahora la caja alicantina y sus exsocios de Banco Base tienen que presentar nuevos proyectos de recapitalización como el resto de las firmas que el 10 de marzo aparecían con necesidades de capital. Todos los planes deben intentar reducir el uso de recursos al FROB, y evitar contar con un inversor "que venga hoy y se marche mañana (...). Los planes de negocios deben ser rigurosos, porque van a ir a la CE y van a ser muy exigentes", afirmó en referencia a CAM, a la que no nombró. Hasta que el FROB no entre en la caja y no compruebe la viabilidad de su proyecto el Banco de España no la intervendrá.
Por su parte, el presidente de la AEB, Miguel Martín, aseguró sin aludir expresamente a CAM, que "la situación de las entidades que no son capaces de salir por sí mismas de la situación en que se encuentran genera una intranquilidad y, por tanto, un incremento del riesgo que se percibe del sistema financiero español". El director general La Caixa, Juan María Nin, añadió que la caja está centrada en la constitución de Caixabank y que no tiene interés en ninguna entidad de momento.