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Pequeños despachos

Lo contencioso de un bufete no quita lo cordial

Begoña Rivero, con 35 años de experiencia, es especialista en procedimientos ante la Administración y laborales.

Un diáfano y muy personal espacio acoge el despacho de Begoña Rivero en el barrio madrileño de Chamberí creando un confortable y tranquilizador ambiente, seguro que agradecido por sus clientes que buscan su asesoramiento y dirección jurídica para reivindicar sus derechos ante la Administración.

La energía y frescura de la letrada canaria afincada en Madrid no disfraza la solidez de sus casi 35 años de experiencia en el ejercicio de la abogacía y centrada en el Derecho social y contencioso. Sus inicios "en 1977, recién llegada de Tenerife", como laboralista en CC OO fueron una inmejorable escuela para el desarrollo de su actividad profesional, en la que ha compartido despacho con Nicolás Sartorius o Diego López Garrido para dirigir ahora su propio bufete.

Rivero es "una abogada de litigios, de tribunales", dice reivindicando una faceta de la profesión "para la que hay que tener un carácter especial". Esta letrada, que se ha especializado en la defensa de derechos laborales de los empleados públicos ante la Administración, lamenta que "el procedimiento contencioso abreviado esté saturado con muchos procedimientos no laborales", como reclamaciones de obras, licencias, etc. Enfatiza que "la justicia lenta no es justicia" al lamentarse de que se señalen vistas sobre litigios laborales en la Administración para "dentro de dos o tres años", lo que en la práctica deja indefenso al afectado. También considera que en Derecho laboral, el otro eje de su actividad, las recientes reformas procesales, y la principal por llegar de la nueva Ley de Procedimiento Laboral -actualmente en trámite parlamentario-, "contribuyen a facilitar" y " agilizar" la justicia social, sin creer por ello que la saturación de la administración de justicia se solucione "con más jueces o más juzgados" sino aligerando la actividad litigiosa "en beneficio del arbitraje y solución extrajudicial".

Dicho esto, reconoce Rivero con sinceridad "que nunca se avanzará por este camino si no es con un cambio cultural, que debe infiltrarse desde la propia universidad", más que con medidas legislativas. "La mediación y el acuerdo extrajudicial -afirma- no debe ser un trámite, sino una solución cuando se dan las condiciones". Hablando de la formación de los nuevos abogados, apuesta la letrada por el camino de su "aprendizaje junto a otros profesionales con destreza" que les enseñen la práctica jurídica. Esta defensa de la calidad en la abogacía la extiende a "apoyar" la pervivencia de los colegios profesionales como garantía de profesionalidad, "adaptándolos a los tiempos". Se encuentra Begoña Rivero satisfecha de haber escogido su profesión estando en el mes que acoge al Día de la Mujer Trabajadora y contempla lo mucho ha cambiado el mundo legal en cuanto a presencia femenina.

Radiografía

Año de fundación: 2005. La experiencia profesional de Begoña Rivero se remonta a 1977, cuando comenzó como laboralista de Comisiones Obreras.Número de socios: 14.Perfil de actividad: social, contencioso-administrativo y familia.Dirección: Calle Fernández de la Hoz 31, bajo. 28010 Madrid.

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