Telefónica, de 115 millones de pesetas a 81.000 millones de euros
En 1924, la operadora atrajo el interés de Ericsson y Siemens, y cerró con ITT una millonaria ampliación de capital
Mucho ha cambiado Telefónica desde 1924, año en que se fundó, hasta los tiempos actuales. De los 115 millones de pesetas aportados por la estadounidense ITT en la ampliación de capital de 1924 para hacerse con la entonces Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), a los 80.000 millones de euros de capitalización bursátil actual.
El profesor de la Universidad de Barcelona, Ángel Calvo, explica en su libro "Historia de Telefónica 1924-1975", presentado la pasada semana, el proceso de formación de la operadora, que nació 50 años después de la invención del teléfono. El experto deja claro que la herencia recogida por la CTNE en 1924 era muy pobre. "Las redes eran escasas, de ámbito local y con malas conexiones entre ellas", afirma Calvo, quien recuerda que "el teléfono desarrollado por Bell había llegado a España en 1877". En los años siguientes se fueron creando redes por parte de grupos como Ericsson, Siemens y Bell lo que contribuyó a la formación de ingenieros y técnicos. AT&T intentó entrar en España en 1912, pero su plan no fructificó.
Finalmente, la CTNE nació en 1924, durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, ya en los últimos años del reinado de Alfonso XIII. Y fue ITT, dirigida por Sosthenes Behn, quien se hizo con el control. Esta empresa se había hecho fuerte en países caribeños, según cuenta Calvo, quien añade que en aquellos años las empresas norteamericanas estaban tratando de dominar el negocio. Así, mientras AT&T era fuerte en el propio mercado de EE UU, ITT buscaba ganar presencia en el extranjero. Y España era un punto de avance importante para avanzar en Europa.
Calvo indica que ITT preparó un plan minucioso, dirigido por Behn desde su habitación en el hotel Ritz de Madrid. El Gobierno de EE UU buscó mejores relaciones con sus homólogos españoles, sus responsables trazaron relaciones con políticos de municipios y diputaciones, la banca norteamericana (liderada por Morgan) también hizo acercamientos a los bancos españoles, se crearon think tanks... Finalmente hubo acuerdo, e ITT venció a otros aspirantes como Siemens, el "Grupo Belga" y Ericsson, que ya tenía una filial local.
Operación financiera
CTNE traspasó a ITT todos sus derechos, que pasaba a ser la auténtica propietaria de CTNE al cubrir casi en su totalidad una ampliación de capital de la empresa. Las previsiones iniciales quedaron ampliamente superadas puesto que en el primer memorándum apuntaba a 60 millones de pesetas, distribuidos de forma desigual entre acciones ordinarias y preferentes. Sin embargo, la ampliación de capital final se estableció en 115 millones de pesetas y como depositarios se designaron al Banco de España, Urquijo, Hispanoamericano, International Banking, International Telephone Securities, Morgan Harjes de París y Morgan Grenfell de Londres. Con excepción de 600.000 pesetas en acciones ordinarias que se reservaron por partes iguales al Banco Urquijo y al Hispanoamericano, el capital restante fue suscrito por ITT. Fue la primera de una serie de 14 emisiones de capital realizadas entre 1924 y 1966 con un total de 1.400 millones de pesetas en acciones. Calvo apunta que el capital de Telefónica llegaba a los 500 millones de pesetas a final de la década de los 20 y superaba los 1.400 millones poco después de su nacionalización en 1945.
En su presentación, el profesor Calvo indicó que ITT implantó los sistemas de tecnología e ingeniería de Bell, además de sus políticas de gestión, organización, publicidad... En esa época hubo consejeros que llegaron a pensar que la publicidad era un derroche. La empresa aceleró la expansión de infraestructuras, proceso en el que contó con el respaldo de la compañía Metropolitano Alfonso XIII y el Canal de Isabel II.
Además, la CTNE absorbió los activos de la hasta entonces primera operadora española, la Compañía Peninsular de Teléfonos (CPT), dueña de la Sociedad General de Teléfonos de Barcelona y la Compañía Madrileña de Teléfonos. Así, la CTNE sumó a sus 116 millones de pesetas en activos, los 43 millones de la CPT.
Los cambios políticos provocan fuertes sacudidas
La vida en Telefónica no fue tranquila por los vaivenes políticos. De hecho, sufrió los ataques de la oposición a Primo de Rivera y durante la II República, se intentó rescindir el contrato con ITT, pero finalmente, en el Parlamento hubo un acuerdo para que se mantuviera la relación con la compañía. Azaña admitió que esta situación tuvo un coste muy alto para su Gobierno.Al llegar la Guerra Civil, Telefónica también se dividió en dos, y en ambas zonas siguió dando su servicio. En la parte republicana, el edificio de Gran Vía 28, sede histórica de la empresa, se convirtió en símbolo de la resistencia del "no pasarán", apareciendo en diversos carteles propagandísticos. Con el agravamiento de la situación, parte de la dirección de Telefónica se trasladó a Valencia con el Gobierno, y otra parte se quedó en Madrid para mantener el servicio.Al acabar la guerra, según Calvo, el Gobierno de Franco intentó arrebatar Telefónica a ITT y llegó a prohibir la entrada en España de Sosthenes Behn. Este intento provocó un conflicto diplomático con EE UU y solo las presiones de Washington lograron que Franco cediera en su intento. La situación cambió en 1945. Ese año, el estado español compró las acciones controladas por ITT por una cifra cercana a 600 millones de pesetas.
Las cifras
0,6 millones de pesetas en acciones de Telefónica se reservaron en 1924 el Banco Urquijo y el Hispanoamericano.116 millones de pesetas era el valor de los activos de Telefónica, por 43 millones de la Compañía Peninsular de Teléfonos.14 emisiones de capital hizo la empresa hasta 1966.