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Tras los test de estrés

La UE cree que no hará falta aumentar la dotación del plan de rescate a Irlanda

La Unión Europea cree que no hará falta aumentar la dotación del plan de rescate para Irlanda (85.000 millones de euros) una vez que se conozcan este jueves los resultados de los test de estrés al sistema financiero irlandés y sus necesidades de capital adicional. No obstante, considera que el Banco Central Europeo (BCE) debe seguir jugando un papel "clave" a la hora de suministrar liquidez.

El plan de rescate para Irlanda, que se aprobó en noviembre, ya incluye 35.000 millones de euros para el sector financiero (10.000 para necesidades de recapitalización inmediatas, que todavía no se han ejecutado, y otros 25.000 millones para otras ayudas a la banca).

"No tenemos ningún motivo para pensar que esta cantidad es insuficiente", han explicado este lunes fuentes europeas. Los test de estrés podrían mostrar unas necesidades de capital para los bancos irlandeses de entre 15.000 y 25.000 millones de euros, según diversas estimaciones.

Desde Bruselas se espera que los resultados de los exámenes resulten creíbles -a diferencia de lo ocurrido con la ronda de junio del año pasado, que no detectó los problemas- y permitan acelerar la reestructuración del sector financiero irlandés.

Pero además de la ayuda del mecanismo de rescate de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), el BCE prepara un nuevo fondo para facilitar liquidez a medio plazo a las entidades en dificultades. El objetivo de esta medida, que reemplazaría a la actual línea de asistencia de liquidez de emergencia, es ganar tiempo para permitir un saneamiento ordenado de los bancos irlandeses y evitar ventas precipitadas de activos que provoquen nuevas pérdidas.

Tras los resultados de las pruebas de estrés el jueves, la UE espera que el nuevo Gobierno irlandés explique cómo piensa llevar a cabo la reestructuración del sector y en qué plazos.

La situación irlandesa dominará la reunión informal de ministros de Economía de la UE que se celebra el 8 y 9 de abril en Budapest. En paralelo, la UE y el FMI enviarán la semana que viene una misión a Dublín para examinar cómo se está aplicando el duro plan de ajuste al que se comprometió Irlanda a cambio del rescate.

Una vez conocidas las pruebas de resistencia, el primer ministro, Enda Kenny, ya ha anunciado que volverá a pedir una rebaja en el tipo de interés que Dublín paga por la ayuda (5,8%). Berlín y París exigen a cambio que Irlanda aumente su impuesto de sociedades (uno de los más bajos de la UE, el 12,5%), aunque Kenny podría ofrecer otros ajustes alternativos.

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