El sprint de la sanidad privada para asemejarse a la pública
Los grupos empresariales apuestan por la tecnología para atraer pacientes y evitar la imagen de poderío del gran hospital.
Mito. Mancha. Irreal. Son adjetivos para definir la hipotética superioridad tecnológica de la sanidad pública respecto a la privada. Así, al menos, lo cree Juan Abarca, secretario general de Idis, un instituto que agrupa a las grandes empresas hospitalarias de España. "Es uno de los grandes estigmas que tiene la sanidad privada. No se corresponde con la realidad. En la privada hay más TAC o más resonancias. Históricamente sí ha sido verdad. Cuando la diferencia asistencial radicaba más en los recursos humanos, sí había más tecnología en la pública. Pero desde la explosión tecnológica, la carrera se ha producido al mismo nivel".
Casi el 60% de los ciudadanos preferiría ser atendido en la sanidad pública si tuviera una enfermedad grave, según el último Barómetro Sanitario, frente a algo más del 30% que elegiría la privada. Este dato ofrece una muestra de la confianza actual en la tecnología y en los profesionales de los hospitales públicos. Pero las empresas no quieren perder la oportunidad de compararse a cualquier gran centro.
"Nuestra vocación es dar una asistencia global, una cobertura integral, ponernos al día y ser competitivos", asegura Miguel Ángel Julve, director del Hospital Sanitas La Zarzuela. "Históricamente la tecnología estaba en los grandes hospitales públicos, pero nosotros necesitamos ofrecer a los pacientes todo lo necesario", añade. "Pero que nadie se equivoque, la sanidad pública no son los megacentros de las grandes ciudades. Yo, si tengo un problema, por ejemplo, querría ir al Hospital de La Paz, pero es que la sanidad pública no es solo La Paz, también es la que se ofrece en las provincias", opina Abarca, director general del grupo HM Hospitales. "Tenemos que competir en tecnología porque nos tenemos que ganar a nuestros clientes. Es una obligación", añade.
"La pública y la privada pueden alcanzar el mismo desarrollo en cuanto a disposición de tecnologías innovadoras, e incluso la privada puede ser pionera en algunos casos en la puesta a disposición y utilización por los pacientes de algunas altamente sofisticadas. Por ejemplo, sistemas de robotización", explica Margarita Alfonsel, secretaria general de Fenin, la patronal de tecnologías sanitarias. Pero aclara: "Ahora bien, la percepción es que la sanidad pública está al día de las mejores soluciones tecnológicas cuando hablamos de patologías graves que necesitan de largos y complejos tratamientos y que casi siempre serían las instituciones elegidas por los pacientes ante un problema grave. Y por supuesto está al alcance de muchos más pacientes que la privada. Esto es una oportunidad de mejora para la privada y un reto para la pública". El desafío del Sistema Nacional de Salud es mantener el nivel de inversiones en una situación de recortes presupuestarios en todas las comunidades autónomas. "El momento actual nos aporta una situación de insuficiencia financiera de la sanidad pública, lo que puede poner en riesgo actualizaciones sobre un desarrollo tecnológico ya presente en el mercado", cree Alfonsel.
Una problemática que no se produce entre los socios de Idis. Según datos de este lobby, el 25% de la inversión tecnológica sanitaria en 2009 provino de la sanidad privada, por valor de 2.000 millones de euros.
"Nosotros disponemos de más agilidad en la compra, por lo que podemos incorporar antes muchas novedades", afirma Julve. Incluso en ocasiones, reconoce, estas inversiones se producen a costa de la rentabilidad. "Tenemos el reto de innovar para ofrecer a los pacientes una buena imagen y calidad en el servicio", argumenta. Estos responsables explican que en la privada se ha apostado por novedades casi exclusivas, incluidas las relacionadas con la oncología, "crucial para nuestros clientes", dice Julve.
Abarca asegura, por ejemplo, que él compró en una semana el robot quirúrgico Da Vinci -solo hay tres en España-, con un coste de dos millones de euros: "Demuestra que estamos a la última y damos al usuario la posibilidad de acceder a la mejor tecnología".
Tendencias
La inversión en tecnología sanitaria se sitúa entre el 7% y el 8% del gasto sanitario, según datos de Fenin.La telemedicina es, además, la clave en el futuro del sector de la salud, complementada junto a las historias clínicas digitales.Las miras en tecnología sanitaria, avanza la patronal, se enfocan hacia intervenciones menos invasivas en términos generales, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento.También crece la nanotecnología, el diagnóstico por imagen en 3D, la radiología intervencionista o la neurocirugía, que permite disponer de mapas del cerebro para la localización precisa ante intervenciones quirúrgicas, cirugía guiada por la imagen, simuladores virtuales o rehabilitación domiciliaria.