La UE extiende las sanciones a la petrolera pública libia y aumenta la presión a Gadafi
Los Veintisiete aprobaron ayer formalmente la extensión de las sanciones que ya pesan sobre el líder libio, Muamar Gadafi, y varias personas y empresas de su entorno para incluir al sector del petróleo, en especial a la Compañía Nacional de Petróleo (NOC) y varias de sus filiales, según indicaron fuentes diplomáticas. También amplió el grupo de personas y compañías afectadas por las medidas, tal y como establece la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. La Comisión Europea considera que estas nuevas sanciones contra empresas petroleras que entrarán en vigor hoy no afectarán al suministro energético de la UE, porque los Estados miembros han buscado ya productores "alternativos".
"No habrá cambios (en la UE) porque los Estados miembros se han dirigido a otros proveedores", explicó la portavoz comunitaria de Energía, Marlène Holzner. "La Unión Europea no se abastece ni de gas, ni de petróleo de Libia", añadió. Hasta el comienzo del conflicto, solo dos Estados importaban gas de este país, "principalmente" Italia y, "en pequeñas cantidades", España, pero ambos han encontrado alternativas, según la portavoz.
En el caso del crudo, el 10% que consume la UE procedía de Libia, pero "otros productores han reforzado su capacidad de producción para compensar" la decisión europea de cortar las importaciones de hidrocarburos libios. Por otra parte, las fuerzas navales de la OTAN comenzaron ayer a patrullar el Mar Mediterráneo para supervisar el embargo de armas impuesto sobre Libia, según confirmaron a Efe fuentes de la organización.
Entretanto, los aviones de la coalición internacional bombardearon ayer posiciones gadafistas sobre la localidad de Misrata, entre Trípoli y Sirte, según el canal catarí Al Yazira. Los rebeldes en Misrata, aislados del resto del territorio en manos revolucionarias, han soportado en los últimos días el castigo de la artillería gadafista acompañada por carros de combate y el despliegue de los francotiradores que impiden cualquier movimiento de civiles y milicianos.