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A fondo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Cuatro lecciones y media sobre Deutsche Telekom

Las palabras de Dorothy mientras choca los tacones de sus mágicos zapatos rojos resuenan en los oídos de los analistas y expertos que miran con lupa la macrooperación protagonizada por Deutsche Telekom y AT&T el domingo por la tarde. "Se está mejor en casa que en ningún sitio", "se está mejor en casa que en ningún sitio", repetía Dorothy en la mítica película El mago de Oz, mientras soñaba con volver a su hogar. Y lo consiguió. La magia funcionó y Dorothy volvió a casa, escarmentada de la vida en un mundo de fantasía y de su pelea con la Bruja Mala del Oeste.

Deutsche Telekom también vuelve a casa, harta de la aventura estadounidense a la que la lanzó Ron Sommer, su entonces presidente, en la locura que arrasó el sector a finales del siglo pasado y principios del actual. En plena burbuja tecnológica, corría el año 2000, Deutsche Telekom valoró en 55.700 millones de dólares a VoiceStream, el germen de lo que hoy es T-Mobile USA, y a sus 2,3 millones de clientes. Eso sí, pagó buena parte en acciones y la operación se cerró en mayo de 2001, cuando el boom ya se había pinchado y sus protagonistas estaban en caída libre en Bolsa, así que la valoración final bajó hasta los 30.000 millones de dólares. Ahora se la vende a AT&T por 39.000 millones de dólares (27.500 millones de euros), tras más de una década de inversiones y con 33,7 millones de usuarios.

Pese a todo, los inversores premiaron ayer en Bolsa a Deutsche Telekom (+11,26%) casi en la misma medida en que castigaron a esta operadora en 2000, cuando anunció su entrada en Estados Unidos. El dinero aplaude el regreso definitivo a la ortodoxia de una operadora que nunca estuvo a gusto fuera de ella.

Los fondos de la venta de T-Mobile USA irán a reducir deuda

1. Compradores y vendedores

Y es que una de las primeras lecciones de la venta de T-Mobile USA por parte de Deutsche Telekom es que las operadoras pueden dividirse en dos tipos: las compradoras y las vendedoras.

AT&T, Vodafone, Telefónica y América Móvil pueden incluirse en el primer grupo, siempre dispuestas a explorar oportunidades, a arriesgarse, a apostar fuerte cuando se ve el objetivo con claridad. Los mercados lo temen y lo castigan a corto plazo, pero un vistazo a la capitalización bursátil de estas compañías da idea de que a largo plazo es otra cosa. AT&T es la segunda mayor operadora del mundo, solo por detrás de China Mobile; Vodafone es la tercera, Telefónica, la cuarta, y América Móvil, la quinta. ¿Y dónde está Deutsche Telekom?... En la novena posición y eso que su mercado de origen es un país con más habitantes y más potencial que el de alguna de sus contrincantes.

La alemana es el exponente de las empresas vendedoras. Lo hizo en España, cuando se desembarazó de Yacom y la vendió a France Télécom porque no quería afrontar las inversiones necesarias para que su filial fuera realmente competitiva. Con T-Mobile USA ha pasado algo parecido. Esta participada ha aportado mucho crecimiento a Deutsche Telekom y lo ha hecho cuando la alemana parecía incapaz de encontrar impulso en ningún otro de sus mercados. Pero no ha sido suficiente. Competir en Estados Unidos cuesta mucho dinero, los resultados de los últimos tiempos no han sido favorables (T-Mobile USA perdió 56.000 clientes en 2010) y Deutsche Telekom ha preferido abandonar el camino de baldosas amarillas y volver a casa.

1.2. Comprar caro y vender barato

De todas formas, tampoco se puede acusar a Deutsche Telekom de no comprar nunca nada. Más bien, lo que sucede con la alemana es que pertenece al subtipo de operadora que lo que hace es comprar caro y vender barato. Esta compañía y alguna otra son los máximos exponentes de telecos que pagaron facturas milmillonarias durante la burbuja y tuvieron serios problemas para salir del pozo.

Otras compañías han seguido el camino contrario. No apostaron demasiados recursos durante la burbuja y han aprovechado para comprar cuando los precios han caído. BT, por ejemplo, tuvo que segregar O2 para reducir su elevado endeudamiento. Años después, Telefónica la compró.

2. Hormigas y cigarras

Como en la fábula, hay operadoras que buscan recursos para crecer y otras, para sanear su balance. Portugal Telecom vendió Vivo por 7.500 millones e inmediatamente firmó una compra para renovar su inversión en Brasil. Deutsche Telekom no. El grupo alemán ya ha dejado claro el destino de los fondos y las compras no forman parte de su plan.

AT&T pagará a la alemana 25.000 millones de dólares (unos 17.660 millones de euros) en efectivo y otros 14.000 millones de dólares en acciones, que le darán a Deutsche Telekom un 8% del capital de la empresa estadounidense. De los fondos recibidos, la vendedora usará unos 13.000 millones de euros para recortar deuda y otros 5.000 millones para recomprar acciones y mejorar la remuneración al accionista.

Deutsche Telekom cambia así la gestión en un operador estadounidense por la mejora de su balance y una inversión financiera en AT&T. Por mucho que tenga un puesto en el consejo, su participación en la dirección será más simbólica que otra cosa, y lo que gana son los dividendos (los analistas calculan que recibirá unos 600 millones anuales) que pagará AT&T.

3. Concentrados frente a diversificados

Otra división de las operadoras puede hacerse entre las que buscan tener una presencia geográfica diversificada y las que prefieren estar en pocos sitios y ser fuerte en ellos. Vodafone o Telefónica son ejemplos de diversificación. Deutsche Telekom ha apostado claramente por la concentración. Con su mayor fortaleza financiera, lo que quiere ahora es mejorar sus posiciones en Alemania y en Reino Unido, donde está fusionada con la filial de France Télécom. Malas noticias para Telefónica, que opera en ambos mercados.

4. Europa frente a EE UU

La compra de T-Mobile USA por parte de AT&T supone unir la cuarta operadora de móvil del país con la segunda, en una nación donde solo hay cuatro compañías de móvil nacionales. En España, con muchos menos habitantes, hay el mismo número de operadores con red propia. Y en el resto de los países de Europa la situación es muy parecida. Solo en Reino Unido se ha optado por la consolidación, tras la fusión de las filiales de Deutsche Telekom y France Télécom, pero es que en las islas británicas había cinco operadores.

Los esquemas de competencia que hay planteados a uno y otro lado del Atlántico son muy diferentes. En Estados Unidos se apuesta por la consolidación, pocos operadores y fuertes. En Europa hay decenas de ellos, aunque no tanto por un tema de competencia, como de problemas de soberanía y recelos ante la pérdida de control nacional sobre un sector tan importante como las telecomunicaciones.

Eso sí, AT&T tendrá con T-Mobile USA más de 121 millones de clientes y se convertirá en la primera operadora celular del país, por delante de Verizon, con una cuota de mercado del 40%. Antes de calificar esta cifra de alarmante, hay que recordar que Telefónica tiene en España el 41,6% del mercado celular, según las cifras del regulador.

Todo apunta, sin embargo, a que la operación planteada sufrirá un importante escrutinio por parte de las autoridades de competencia estadounidenses. Los analistas dan por hecho que pondrá problemas y que forzará desinversiones, en caso de que la apruebe.

Pero AT&T parece más segura que ellos. Según publicaba ayer Financial Times, AT&T se ha comprometido a pagar 3.000 millones de dólares a Deutsche Telekom como penalización en caso de que la operación sea bloqueada, además de darle espectro adicional y garantizarle la interconexión. Toda una señal de confianza.

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