La Caixa construirá 1.142 pisos para familias con ingresos bajos
Las viviendas serán financiadas por la obra social de la entidad y alquiladas por 400 o 500 euros mensuales
La obra social de La Caixa, entidad que ahora desarrolla su actividad financiera bajo el nombre de Caixabank, iniciará la construcción de 1.142 nuevos pisos destinados a familias con pocos recursos. La fundación informó ayer de que estas podrán alquilarlas a un precio menor al del mercado, sobre los 400 o 500 euros mensuales.
Los inmuebles estarán repartidos en 17 promociones distribuidas por buena parte del país, que corresponden, en su mayoría, a acuerdos para cancelar deuda con promotores. Muchos de estos se han visto obligados a paralizar los proyectos que tenían sobre la mesa como consecuencia del estallido de la crisis y el estallido de la burbuja inmobiliaria. La sociedad inmobiliaria de la Caixa, Servihabitat, se ha hecho con ellos a un precio estimado entre la tasación oficial y un estudio propio, y los ha legado a la obra social.
Diez de estas promociones se encuentran en Cataluña, tres en País Vasco, una en Madrid, otra en Cantabria, y otras dos en Murcia y Andalucía. "Es socialmente bueno y económicamente inteligente", ha declarado el director general de la fundación de La Caixa, Jaume Lanaspa, quien considera que la iniciativa se amolda a los problemas que ha generado la crisis.
El programa complementará al de los 3.000 pisos que La Caixa puso en marcha en 2004 para ofrecer alquileres económicos a jóvenes de entre 18 a 35 años, y a personas mayores de 65 años. De estas viviendas, 2.777 han sido ya adjudicadas a miembros de este colectivo. En este caso, el precio de la renta oscila entre los 170 y los 300 euros al mes.
El conjunto de los 4.000 inmuebles que supone la suma de ambos programas, tiene un coste total de 720 millones de euros. Los pisos se adjudicarán progresivamente hasta el año 2013.
Para solicitar el acceso a estas viviendas, los requisitos pasan por ser mayor de edad, no superar los ingresos máximos fijados por la firma, contar, eso sí, con una retribución mínima o un aval, y carecer de otra vivienda en propiedad. La duración del contrato de alquiler será de cinco años prorrogables con opción a compra después de una década. Esta se realizaría, además, a un precio inferior al que se dé en el mercado de vivienda de protección oficial.
"No se pretende solucionar el problema de la vivienda, pero sí dar ejemplo de que se pueden hacer pisos baratos, de calidad y sostenibles", exponen desde La Caixa.