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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

El contenido del pacto importa

Aunque sea contra reloj, España está aplicando buena parte de las reformas estructurales exigidas por los mercados financieros y las autoridades comunitarias. Lo ha hecho con la reforma de las pensiones, con la del mercado de trabajo y con la de las cajas de ahorros, aunque en todas ellas los plazos podrían haber sido más cortos y la profundidad de los cambios más notable. Con la reforma de la estructura de los convenios colectivos, que determina y condiciona la formación de los salarios y buena parte de los precios en España, pasa algo parecido: estará en las próximas semanas, tras meses y meses dándole vueltas, y no debemos dar por mal empleada la dilación si el contenido es el que demanda la economía.

El Gobierno quiere el pacto cerrado antes de la cumbre europea de finales de marzo, para exhibirlo como el colofón de cambios normativos para flexibilizar la economía española. Pero lo que realmente importa es presentar un buen contenido, pues de nada servirá un pacto que mantenga la indización de los salarios con la inflación que únicamente alimenta la espiral de precios, o que no ponga límites a la ultraactividad de los contenidos de los pactos laborales, que condena a centenares de empresas a la desaparición por incapacidad para corregir situaciones del pasado que hoy son infinanciables.

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