El apego a la tierra
Amado Franco es otro de los ejecutivos de las cajas que ha desarrollado toda su trayectoria profesional dentro del sector. Puede presumir además de haber conseguido colocarse entre el selecto grupo de entidades de tamaño mediano que no se vio arrastrada por la fiebre del boom inmobiliario y ha conseguido mantener una cartera más o menos saneada. Llegó a la caja aragonesa en 1970, tras aprobar una oposición para el servicio de estudios de la caja y, tras desempeñar diferentes cargos de responsabilidad, ocupa la presidencia desde 2004, cuando sucedió a Manuel Pizarro.
El consejo de administración de Ibercaja está integrado por 19 personas, de las que cinco han tenido cargos políticos, si bien solo uno de ellos se encuentra en estos momentos en activo.