Lo que el viento se llevó de Iberdrola
La eléctrica española por fin ha liberado a su unidad cotizada de energías renovables de la miseria en Bolsa, con la recompra del 20% de Iberdrola Renovables que le faltaba a casi la mitad del valor de su OPV. El acuerdo tiene sentido para Iberdrola, pero los inversores minoritarios quizás argumenten que el precio subestima el potencial de crecimiento.
En realidad, todo el sector ha venido a menos desde el boom de 2007. En EE UU, un mercado clave para Iberdrola, una avalancha de gas barato ha hundido los precios y el relativo atractivo del viento. Tanto en EE UU como en España, la demanda es débil y el marco regulatorio de la energía eólica es incierto más allá de 2012. La empresa redujo su programa de inversiones a casi la mitad a principios de este mes y sus proyecciones de crecimiento se las ha llevado el viento. Al resto de productores europeos no les va mucho mejor. EDF Energies Nouvelles, la división de la eléctrica francesa, ha perdido un 40% de su valor de mercado desde su máximo de 2007, y la italiana Enel Green Power, que solo cotiza desde noviembre, no ganó la valoración que su empresa matriz esperaba.
Irónicamente, uno de los argumentos presentados para cotizar la unidad de Iberdrola, la claridad en la valoración, se utiliza ahora para justificar el movimiento contrario. El acuerdo impulsará el crecimiento de Iberdrola. También diluirá ligeramente a los accionistas existentes, incluyendo la némesis de Iberdrola, ACS, que tenía una participación del 20% y no pudo conseguir un puesto en el consejo. Sus acciones se verán diluidas en torno al 1%. Iberdrola ofrece el equivalente de 0,499 acciones por cada acción de Renovables, con un 40% de ellas en efectivo. Esto es igual a una prima del 16,7% sobre el precio medio de cotización en los últimos seis meses y una prima del 9% al cierre del día anterior al anuncio del acuerdo. También le saca una pequeña prima a la portuguesa EDP Renováveis, según Exane BNP Paribas.
Algunos analistas sostienen que el precio solo refleja el valor de la capacidad instalada, sin demasiado crédito para el crecimiento futuro. Los minoristas quizás vayan a por más. Después de todo, la unidad no va a quedarse estancada, dado el potencial en España y las prospecciones de eólica marina en el Reino Unido. Pero, con la persistencia de los pobres resultados de las acciones en los últimos tres años y el incierto panorama económico, las posibilidad de una mejora importante en el precio parece limitada.
Fiona Maharg-Bravo