Bulgari, la joya de la corona de Louis Vuitton
En los últimos años, Bulgari se ha destacado como el objetivo de compra más famoso dentro de la industria de bienes de lujo -pese a que, oficialmente, no estaba en venta-. El joyero y relojero italiano está estrechamente controlado por una familia que seguía manifestando, sin ir más lejos el año pasado, no estar dispuesta a renunciar al control. Sin embargo, poderoso caballero es don dinero, y parece que Bernard Arnault ha dado con una suma difícil de rechazar.
Con su prima de más del 60% sobre Bulgari, en un acuerdo por un valor total de 3,7 millones de euros, Moët Henessy Louis Vuitton (LVMH) incorpora un preciado pura sangre a una cuadra de marcas que incluye Louis Vuitton, casas de moda como Givenchy, el champán Moët y los relojes Tag Heuer. La oferta valora Bulgari en 20 veces el Ebitda y casi 40 veces los beneficios -el doble que la propia LVMH-. Casi igual que la sobrevalorada Hermès, el exclusivo fabricante de artículos de cuero, de la que LVMH adquirió una participación hostil del 20% el año pasado.
Poco se espera de las sinergias entre LVMH y Bulgari, excepto vagas esperanzas de que la combinación "aproveche oportunidades adicionales de crecimiento". Pero Arnault no ha abandonado toda prudencia y ha cubierto sus apuestas con el pago por la participación del 50,4% de la familia en las acciones de LVMH. Así, los Bulgari-Trapani tendrán poco más del 3% de LVMH y dos puestos en el consejo.
Por otra parte, el actual consejero delegado de Bulgari, Francesco Trapani, encabezará la división de relojes y lujo de LVMH, que se duplicará en tamaño y hará de LVMH un valor a tomar en cuenta.
LVMH está en camino de lanzar una oferta en efectivo por el resto de Bulgari que ascendería a cerca de 1,8 millones de euros. Pero, suponiendo que todos los accionistas minoritarios de Bulgari acepten la oferta, solo llevaría la deuda de LVMH a 0,8 veces el Ebitda. El magnate francés acaba de hacer, en efecto, su contratación más cara. El principal argumento para tan rápida y generosa oferta quizás sea que, en el mundo del lujo, las oportunidades de hacerse con objetivos atractivos son pocas y distantes entre sí. Bernard Arnault, ha puesto de manifiesto, una vez más, que sabe cuándo atacar -y cómo-.
Por Pierre Briançon