Los países de la OPEP incrementarán su producción de crudo para enfriar los precios
Varios países de la OPEP se han unido a la decisión de Arabia Saudí de incrementar discretamente la producción de crudo con el objetivo de enfriar los precios, que se han disparado por la crisis en Libia hasta rozar los 120 dólares por barril, según informa hoy el Financial Times en su edición online.
El diario cita a directivos de la industria, que aseguran que países como Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos y Nigeria están dispuestos a llenar el hueco que ha dejado Libia en el mercado.
Según estas fuentes, estos tres países están en disposición de aportar en las próximas semanas 300.000 barriles de crudo adicionales, que se sumarían a los 700.000 de los saudíes.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que la producción libia de petróleo ha caído en 1 millón de barriles diarios, desde los 1,5 millones previos a la crisis.
Los precios del crudo volvieron a rozar hoy la barrera de los 120 dólares por barril en medio de la incertidumbre sobre la situación en la terminal y refinería petrolífera de Ras Lanuf, en el este de Libia, que cayó en manos de los rebeldes pero que fue recuperada posteriormente por fuerzas leales al líder libio Muamar el Gadafi.
Los mercados están también preocupados por la posibilidad de que la agitación social en Oriente Medio alcance a otros grandes productores de crudo como Arabia Saudí, donde los grupos de oposición han convocado un "día de la ira" para el viernes.
El Brent para entrega en abril alcanzó hoy en el mercado de futuros de Londres los 118,50 dólares por barril, pero a final de la jornada se situó por debajo de los 116 dólares.
Mientras, en la OPEP sigue habiendo discrepancias acerca de la necesidad o no de incrementar la producción y de convocar una reunión extraordinaria antes del plenario previsto para junio.
Países como Arabia Saudí han optado claramente por un incremento de producción, y ahora le podrían seguir otros, pero los Gobiernos de Irán y Argelia han sido claros a la hora de negarse a la posibilidad de abrir el grifo para contrarrestar la crisis libia.