Díaz Ferrán insiste en responsabilizar a la IATA de la caída de Marsans
Gerardo Díaz Ferrán volvió hoy a responsabilizar a la Asociación Internacional de Aerolíneas (IATA) de la entrada en concurso de Viajes Marsans. El ex propietario del grupo y ex presidente de la CEOE aseguró ante la juez del juzgado mercantil número 12 de Madrid que la compañía "no tenía ningún problema de liquidez hasta que la IATA retiró la licencia para vender billetes" en abril de 2010.
Díaz Ferrán y su socio en Marsans Gonzalo Pascual han declarado hoy en la vista para decidir el embargo de bienes a varios consejeros de la compañía, medida solicitada por uno de los acreedores y a la que se ha adherido la administración concursal. Entre los consejeros contra los que se ha solicitado el embargo de los bienes se encuentran Carlos de Borbón, Emilio, José Félix de Rivera, Ignacio Pascual -hijo de Gonzalo Pascual- y Gerardo Díaz Santamaría -hijo de Gerardo Díaz Ferrán-, y la sociedad patrimonial del ex presidente de la CEOE, Inversiones Grudisan. Los dos empresarios vendieron Marsans en junio de 2010 al tiempo prácticamente que la compañía entraba en concurso de acreedores, con una deuda de 424,4 millones.
Gerardo Díaz Ferrán subrayó que Viajes Marsans facturaba al día tres millones de euros en temporada alta y durante su intervención, como testigo, ha defendido la viabilidad de la empresa de viajes y la ausencia de responsabilidad de los consejeros en la gestión de la compañía. La administración concursal de la empresa sostiene que los consejeros son responsables de la situación del grupo al avalar con sus firmas las cuentas de la compañía sobre las que el auditor, PricewaterhouseCooper, evitó dar una opinión por falta de información.
Durante la vista se aportó como prueba cartas enviadas a todos los consejeros de Marsans por parte de Díaz Ferrán y Pascual en las que exoneraban a cada uno de ellos de responsabilidad en la crisis de la compañía. La defensa de los hijos de los dos empresarios manifestó que la medida del embargo sería exageradamente dura y apuntó que tras el embargo que han sufrido por Air Comet "no tienen nada", cobran un salario de 1.200 euros, tienen hijos y que se encuentran "en la flor de la vida" (entre 30 y 40 años).
Para defender la buena salud del grupo antes de la intervención de la IATA, Díaz Ferrán hizo hincapié en el proceso de venta que se siguió durante 2009 de Viajes Marsans al grupo Orizonia, por 300 millones de euros. La operación no llegó a producirse.