Luz verde a las enajenaciones en Iberia, REE y Ebro
El Consejo Consultivo de Privatizaciones (CCP) ha dado luz verde a la venta de las participaciones públicas en IAG (compañía resultante de la fusión de Iberia y British Airways), Ebro Foods y Red Eléctrica (REE). Sólo queda el visto bueno del Consejo de Ministros para poder ejecutar la operación.
El holding público SEPI quiere deshacerse del 2,71% que mantiene en la antigua Iberia, del 8,65% que controla en Ebro Foods y de la mitad de su actual participación en REE, es decir, de un 10%. A precios de mercado, el Estado ingresaría hoy alrededor de 868 millones de euros.
El CCP informa de forma favorable sobre el sistema elegido por la SEPI parar deshacerse de sus participaciones. Primero habrá un concurso para seleccionar a la entidad colocadora, que se convocará y resolverá el día que se decida ejecutar la operación. De momento, hay una quincena de entidades preseleccionadas.
Posteriormente, se determinará el método de venta y la fecha de inicio de la colocación. Aquí hay tres posibilidades. En primer lugar, un bookbuilding acelerado (colocación a inversores institucionales), que el CCP considera que es el modelo más parecido a una OPV y más económico. En segundo, un bought deal (venta a entidad financiera y colocación posterior), que sería el sistema más rápido pero el más costoso para las arcas del Estado. Por último, se podría optar por las ventas diarias de acciones en los mercados, un modelo que permite controlar mejor los precios pero que dilataría excesivamente la operación.
La última vez que la SEPI acometió un proceso de enajenación de un calado similar fue en 2007, cuando vendió la participación del 2,95% que mantenía en Endesa, en el marco de la opa de Enel y Acciona, con unas plusvalías de 1.161 millones de euros.
Antes de esta operación, hay que remontarse a 2003 para encontrar un año en el Estado lograra ingresos significativos con operaciones de privatización. En aquel ejercicio, las venta de compañías como la Empresa Nacional de Autopistas (ENA), Musini o Turbo 2000 permitieron conseguir hasta 2.037 millones de euros.