La mitad de las regiones y la Seguridad Social incumplen el objetivo fiscal
El conjunto de la Administración pública registró en 2010 un déficit del 9,24% del PIB y cumplió el objetivo fijado por el Gobierno. Ello fue posible en la medida que los buenos resultados del Estado central contrarrestaron el incumplimiento del objetivo de estabilidad de nueve comunidades autónomas y de la Seguridad Social, que entró en déficit debido a los mayores gastos por desempleo.
Como una profesora a final de curso, la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, evaluó ayer las finanzas públicas de las comunidades autónomas. Solo ocho -Madrid, Extremadura, Castilla y León, Galicia, Cantabria, Asturias, País Vasco y Canarias- lograron el aprobado y registraron un déficit fiscal inferior al 2,4% fijado en el objetivo de estabilidad. Madrid fue, con diferencia, la comunidad más aplicada al cosechar un déficit de solo el 0,69% de su PIB. Andalucía, por su parte, se quedó a un paso de cumplir el objetivo (2,74%).
Un segundo grupo de comunidades -Aragón, La Rioja, Comunidad Valenciana y Navarra- incumplen ligeramente la senda de consolidación fiscal. Y, por último, cuatro comunidades presentan unos números rojos que se alejan "considerablemente" del límite del 2,4% impuesto por el Gobierno. En este último grupo figuran Cataluña, Baleares, Murcia y Castilla-La Mancha, que destaca por ser la comunidad con peores cifras al registrar un déficit del 6,47%.
En conjunto, los números rojos autonómicos alcanzaron en 2010 el 2,83% del PIB, 4.500 millones de euros por encima de lo previsto. Cataluña es responsable de más de la mitad de esa cifra. A pesar de todo, Salgado aseguró que las comunidades están realizando "esfuerzos" para ceñirse a la senda de consolidación fiscal. Deben hacerlo si quieren obtener la autorización del Ministerio de Economía para aprobar nuevas emisiones de deuda.
Junto a las comunidades, la Seguridad Social también incumplió de forma significativa el objetivo al registrar unos números rojos equivalentes al 0,24% del PIB cuando el Gobierno había previsto que cerraría el año con un superávit del 0,2%. La desviación se debe a los malos resultados del Servicio Público de Empleo Estatal y del Fogasa. El sistema de pensiones aún logra superávit, aunque éste cada vez es menor. De hecho, en el primer mes del año, los números verdes ascendieron a 1.836 millones frente a los 2.274 millones de enero del año anterior, por la caída de cotizaciones.
La Administración central fue la única que logró cumplir con holgura su objetivo en 2010 al registrar un déficit del 4,97% del PIB, un punto menos que el previsto por Gobierno. Los ayuntamientos, a pesar de su delicada situación financiera, cerraron el año con un déficit del 0,64% el PIB, solo cuatro décimas por encima del límite establecido.
La presión fiscal vuelve a subir dos años después
La presión fiscal volvió a subir en 2010 y alcanzó el 31,5% del PIB, un punto por encima de la cifra registrada un año antes. Se trata del primer incremento tras dos años consecutivos de descensos. La presión fiscal, que refleja el porcentaje de ingresos tributarios respecto al conjunto de la economía de un país, se mantiene aún en niveles históricamente bajos. Su evolución al alza se debe al incremento de lo recaudación tributaria en 2010. Los ingresos por IVA aumentaron un 46% por la subida de tipos aprobada en julio y por el menor número de devoluciones. La recaudación derivada del IRPF también aumentó un 5% tras eliminar la rebaja fiscal de 400 euros y elevar los tipos sobre los rendimientos del ahorro y las plusvalías.El único tributo que no alcanzó tasas de crecimiento fue el impuesto sobre sociedades que se desplomó un 20% y ya acumula tres años consecutivos de caídas. En cualquier caso, los ingresos no financieros totales aumentaron un 7,7% mientras que los gastos cayeron un 5,1%.A pesar de la rebaja del sueldo de los funcionarios, el Estado gastó en 2010 un 1,5% más en personal debido al aumento del colectivo de pensionistas. El mayor incremento se produjo en el pago de intereses de la deuda pública, que alcanzó los 19.638 millones de euros, un 11,3% más que el año anterior. Con todo, la vicepresidenta Elena Salgado destacó que la deuda pública alcanzó en 2010 el 60% del PIB, una cifra dos puntos por debajo de la última previsión y 24 puntos menor que la media europea.