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Ayuntamiento de Madrid

Paseo por la nueva sede de Gallardón

El antiguo Palacio de Correos se engalana para abrir al público en un mes. Será el edificio con más espacio para la cultura.

Ni los andamios, tablones y paneles supletorios, ni el ruido de las máquinas trabajando, ni siquiera el olor a pintura desmerecen el encanto del antiguo Palacio de Correos y Telecomunicaciones situado en la madrileña plaza de Cibeles que todos los ciudadanos están a punto de descubrir. Apenas falta un mes para la inauguración oficial, cuya fecha guarda aún el ayuntamiento bajo secreto de sumario, por lo que la obra se encuentra en su fase de remates y CincoDías ha podido entrar para mostrar un anticipo de la que será la nueva sede del consistorio y "el mayor espacio público dedicado a la cultura" de la ciudad, explica el coordinador general de apoyo a las Artes, Carlos Baztán.

En su origen, el edificio proyectado por Antonio Palacios y Joaquín Otamendi se construyó entre 1907 y 1919 y fue pionero. Ya entonces fue concebido como un monumento a la técnica. "Era la catedral de las telecomunicaciones, es como si hoy hiciésemos un monumento a internet", añade Baztán.

Alquiler

De 70.000 metros cuadrados, 45.000 irán destinados a exposiciones y conciertos

A pesar de ello, nunca fue utilizado en su totalidad. De hecho, cuando Correos tenía allí sus oficinas centrales (el nuevo palacio conserva unas dependencias de dicha empresa), el 85% del edificio no estaba en uso. Tanto es así, que los arquitectos del estudio Arquimática, ganadores por unanimidad del concurso internacional convocado en 2005, se encontraron con que el edificio original no tenía escaleras en algunas secciones, ya que nunca se concibió para que el público pasara de la planta central.

Todo lo contrario del espíritu que preside las obras. Más que la casa consistorial o la casa del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón (cuyo despacho ocupa desde finales de 2007) aspira a convertirse en estandarte de la ciudad y uno de los mayores centros culturales de Madrid, integrado en la milla de oro de las artes que configura el eje Prado-Recoletos. De los casi 70.000 metros cuadrados que ocupa el palacio, más de 45.000 serán destinados a exposiciones, conferencias, conciertos y toda clase de eventos relacionados con el mundo de la cultura.

Desde el pasado 23 de mayo ya se puede visitar la Galería de Cristal, considerada por algunos la niña bonita del proyecto. Sirve para conectar las calles Montalbán y Alcalá y se ideó inflando un globo en una caja de zapatos. Jalonada por unas 2.000 piezas de cristal, todas diferentes, está pensada como un espacio multiusos que ya se utiliza tanto para presentaciones institucionales como para toda clase de eventos culturales organizados por empresas privadas. Por poco más de 20.000 euros diarios cualquier compañía que lo desee puede alquilar este espacio. Ferrovial o el Real Madrid ya han hecho uso de este marco. Precisamente, gracias a esos alquileres, la galería aspira a poder "autofinanciarse", reconoce el delegado del área de Hacienda, Juan Bravo.

El resto de las instalaciones "estarán abiertas al público casi tantas horas como un centro comercial y se ha enfatizado tanto ese carácter de casa abierta que se han eliminado las escaleras de la fachada principal y no habrá arcos de seguridad de paso obligatorio. Esta última curiosidad no estará reñida con la seguridad", aseguran desde Arquimática. Los máximos responsables de este estudio que dirige Francisco Rodríguez Partearroyo subrayan las dificultades y los retos que han tenido que encarar en el proyecto. "Había que preservar lo que ya había, acomodando el inmueble a las nuevas tecnologías y las más rigurosas normas de seguridad. Debíamos hacer que lo antiguo y lo moderno convivieran en perfecta armonía, sin tratar de emular lo viejo". Otro espacio del que no se conocía hasta ahora ninguna imagen es el del auditorio o Caja de Música, donde los arquitectos sí han podido dar rienda suelta a la creatividad, ya que se ubica en una de las entreplantas (hay 12 niveles en total desde el subsuelo hasta el mirador de la torre) donde antes no había nada. Su particular estructura irregular está pensada para una acústica perfecta y una capacidad de unas 270 personas.

Y, por último, la guinda. La subida al mirador permitirá admirar las increíbles vistas de casi toda la ciudad y tomar una copa o comer en la terraza. Es un palacio para entender el por qué del dicho popular. De Madrid al cielo, en esta ocasión, pasando por Cibeles.

Las cifras

100 millones ha costado la obra destinada a espacio cultural. Se adjudicó en 69 millones.2.500 personas es el aforo estimado del edificio fuera del horario de oficinas.

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