"Solo se deben limitar los bonus si la entidad ha recibido ayudas"
La ejecutiva estima que la clave de una buena banca es la supervisión.
A pesar de su proximidad a EE UU, Canadá ha sorteado la crisis financiera con nota. Sus entidades de crédito han eludido rescates públicos. La responsable de la patronal bancaria acaba de visitar Madrid para impartir una conferencia en la Fundación Rafael del Pino. En esta entrevista repasa los retos de la banca internacional y aporta pistas sobre cómo la experiencia de su país puede ayudar a los grupos españoles.
Los bancos canadienses tenían al inicio de la crisis ratios de capital más elevadas que las de firmas de otros países. ¿Cómo están ahora?
Aún se encuentran por encima de la media, pero Basilea III modifica la definición de capital. Por eso nuestros bancos repasan sus vías de financiación y si los instrumentos de que disponen computan o no. Creo que no tendrán problemas para cumplir los nuevos requisitos internacionales de capital.
¿Debería la banca canadiense adaptarse lo antes posible a Basilea III?
Reforzar pronto el capital es un signo de fortaleza. La asociación que presido considera que las entidades deben cumplir Basilea III lo más rápido posible, pero sin que el Gobierno les imponga un calendario.
El Ejecutivo español ha exigido a las entidades que refuercen su capital este mismo año. ¿Qué le parece?
Para los bancos, supone un signo de solidez porque no requirieron ayudas. No puedo comentar mucho sobre las cajas porque no las conozco bien, pero sé que han acometido fusiones para obtener economías de escala y esa es la dirección en la que se mueve el mundo.
La retribución de los banqueros se ha convertido en un punto sensible. ¿Qué le parecen las limitaciones que ha impuesto la UE en esta materia?
Veo grandes diferencias entre aquellos países donde los bancos recibieron ayudas públicas y aquellos donde no. En Canadá no hubo estos apoyos. Por tanto, no creo que se deba penalizar a sus bancos. De hecho, estos ya cumplen las recomendaciones establecidas por el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) en materia retributiva. La directiva europea no cuadra en el caso canadiense. Entiendo que en EE UU, donde se ha inyectado tanto dinero en el sistema, la remuneración de los directivos se haya convertido en un tema de interés público.
El Gobierno español ha eliminado el beneficio fiscal para la compra de vivienda. ¿Es una buena medida?
El mercado inmobiliario español está sobrecalentado. La medida que menciona trata de enfriarlo. La deducción fiscal de los intereses hipotecarios ha generado muchos problemas en EE UU.
Un par de sentencias recientes han permitido en España saldar los créditos pendientes con entidades financieras devolviendo la casa, aunque no cubriera todo el dinero adeudado. ¿Qué opina de estos fallos judiciales?
Desconozco los detalles de estas sentencias, pero si decisiones de este tipo se convierten en una costumbre, se vuelven un problema. Esta práctica se ha convertido en una fuente de serios trastornos económicos en EE UU.
En España, empresas y particulares acusan a la banca de no dar financiación. ¿Ocurre en Canadá?
En el epicentro de la crisis financiera, desaparecieron en Canadá fuentes de crédito como los grupos extranjeros y las financieras, pero los bancos nacionales siguieron concediendo préstamos. Ahora, de hecho, el péndulo va en la otra dirección. El Gobierno está aprobando normas para moderar el mercado hipotecario. Así, es obligatorio contratar un seguro contra impagos si se solicita financiación por más del 75% del valor de tasación del inmueble. Además, ya no se pueden conceder hipotecas a más de 35 años.
La UE planea crear un supervisor sistémico. ¿Qué le parece?
Podemos aprobar kilos y kilos de nuevas normas con Basilea III, pero si no hay una supervisión eficiente y no existen incentivos para cumplirlas, no logras un mejor sistema bancario. Suena bonito tener un supervisor macroprudencial, pero puede resultar inútil. Depende de las aportaciones que haga. Tenemos suficientes reguladores. Además, creo que el FSB se convertirá en el foro donde los países del G-20 hagan las normas.