Las cajas rechazan la ayuda de los bancos en su reestructuración
El sector de las cajas quiere una solución sectorial a la segunda fase de la reestructuración. Los directivos confían en evitar que las entidades sean absorbidas por bancos. El panorama está totalmente abierto, pero el nuevo mapa tendrá que estar listo a mediados de marzo.
En los próximos 10 días las carreras para formar nuevos grupos financieros estarán a la orden del día. La publicación el pasado sábado del real decreto sobre la recapitalización de las cajas de ahorros dio el pistoletazo de la segunda oleada de fusiones. Pero no será hasta el próximo 10 de marzo cuando el nuevo mapa financiero, que regirá en los próximos años quede diseñado, unos 15 días hábiles después.
Según todas las fuentes consultadas del sector de ahorro, el mapa está totalmente abierto y estos días son decisivos. "Es la última oportunidad para crear una entidad fuerte para los próximos años pudiendo elegir tú tus socios", señalaba ayer un director general de una caja de ahorros que está negociando su unión con otras entidades.
Ganar tamaño
Este ejecutivo coincide con otros directivos del sector, e incluso con varios expertos que afirman que al final "los problemas de las cajas y sus soluciones se encontrarán entre las cajas. Los resolveremos en el sector, salvo alguna excepción muy concreta que políticamente pueda solucionarse entre un banco y una o varias cajas de la misma comunidad autónoma". Esta rotunda afirmación de un directivo de una caja, que aún cree que puede ganar tamaño con otras fusiones en los próximos días, no es gratuita.
Las cajas quieren que sus problemas se queden en el sector como sucedió hace menos de dos décadas en los bancos. "Cuando se inició la puja de Banesto no dejaron a las cajas participar. Tampoco a algún que otro banco extranjero. Querían una solución sectorial. Ahora si se necesitase una puja se abrirá a todos los interesados, pero vamos a intentar que no sea necesario", explica un presidente de una caja interesada en crecer y cuyos ratios de solvencia están por encima de los exigidos por el Gobierno.
"Podemos pasar las pruebas de solvencia. Superamos el core capital exigido. Pero el problema es el futuro. Los próximos años. El mercado te va a pedir como mínimo en los próximos meses un core capital del 9,5% o 10% pese a que no sea obligatorio. También te va a exigir que cotices para poder acudir a los mercados mayoristas para pedir liquidez. Y el tamaño gana importancia tras crear unas entidades fuertes y con activos que superan los 80.000 millones de euros", aseguraba ayer un director general de una caja mediana que busca socios.
Su opinión era más contundente cuando comparaba a los bancos españoles de los próximos años con el de la cajas tras su reestructuración. "Vamos a ver lo que sucede con los bancos medianos. Salvo Santander y BBVA el resto va a necesitar crecer, porque se van a quedar muy por debajo de los SIP de las cajas, y cuando cotizas al final el tamaño sí importa si te comparan con tus rivales del mismo país", afirma. Y añade: "Al final algún banco mediano va a tener que recurrir a una fusión".
Según todas las fuentes consultadas, Unicaja, Ibercaja, Caja España y Duero, Mare Nostrum, Banco Base y Banca Cívica son las principales candidatas para acometer nuevas operaciones de fusión en un puzle que de momento está sin resolver. Novacaixagalicia también espera uno o varios socios que le hagan salir a flote de su situación de rescate. Pero, según varias fuentes, su salida puede ser más política que empresarial.
Lo mismo sucede con las cajas catalanas Catalunya Caixa y Unnim, y sobre todo con la primera. Banco Sabadell puede ser un socio idóneo para Catalunya Caixa, pero el grupo que preside José Oliu exige un esquema de protección de activos (EPA) para asociarse con esta caja, lo mismo que hizo Cajastur con CCM o BBK con Cajasur, lo que supone al fina ayudas públicas.
Un puzle a falta de varias piezas
Las alternativas para cuadrar este puzle siguen abiertas, aunque algunas de las posibilidades perfiladas parecen perder fuerza. Es el caso de una fusión entre Ibercaja y Unicaja, una opción que se aleja cada vez más de la realidad. "Amado Franco, presidente de Ibercaja, y Braulio Medel, de Unicaja, no se entienden. Lo han intentado en varias ocasiones, pero no consiguen ponerse de acuerdo", señala una fuente conocedora de los acercamientos entre ambas cajas.Las mismas fuentes apuntan que es más plausible una unión entre Unicaja y Caja España y Duero, o entre esta última e Ibercaja o Mare Nostrum que entre ellas. La caja castellanoleonesa, mientras, es más partidaria de unirse a otra caja o SIP que de apostar por la creación de un banco para captar capital privado con el que reforzar sus ratios de capital. Por otra parte, Caja Tres, formada por CAI, Caja Badajoz y Caja de Canarias, ha buscado una solución local por lo que no parecen necesitar nuevos socios.Todas las fuentes consultadas aseguran que las tres cajas vascas -BBK, Vital y Kutxa- terminarán fusionadas. "Será una solución vasca como se espera que suceda en Catalunya. En Galicia es algo más difícil", señala una fuente de una de estas entidades.Un rompecabezas, no obstante, cuyo encaje tendrá que acelerarse ya que el Banco de España ha marcado el 10 de marzo como fecha para la entrada en vigor de los nuevos requisitos de capital. Exigirá un 8% o un 10% de core capital con relación a los activos ponderados por riesgo, dependiendo de la situación de cada entidad. El 10% se aplicará a aquellas que no hayan colocado al menos un 20% de su capital entre terceros o tenga una dependencia del mercado mayorista superior al 20%.
Las cifras
10 de marzo es la fecha para la entrada en vigor de los nuevos requisitos de capital fijados por el Banco de España.17 cajas quedarán en este nuevo mapa bancario, aunque los expertos consideran que al final esta cifra podría ser aún más reducida.