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Columna
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El revés de Corea a Deutsche Bank

Deutsche Bank ha sido abofeteado en Corea del Sur por supuesta manipulación de mercados, pero es el regulador el que parece insensato por permitir que esto suceda. La entidad alemana se ha metido en un buen lío después de vender en noviembre una cesta de acciones -creando una fuga de mercados-, e ingresar 40 millones de dólares con el ejercicio de opciones compradas poco antes. Deutsche recibirá ahora una prohibición de seis meses en derivados. El regulador, mientras tanto, mira desde detrás de la curva.

El Servicio de Supervisión Financiera de Corea se ha encontrado con tres pistolas humeantes. Ha demostrado que tanto la venta de acciones como las opciones estaban relacionadas con los mismos stocks del Kospi 200. Y ha dicho que el Deutsche había comprado las opciones "por encima de las posiciones de arbitraje normal". Por último, ha alegado que el Deutsche vendió acciones de Samsung Electronics, un gran stock líquido, con un descuento del 4,5% al 10% del precio inmediatamente anterior, dando la impresión de que el banco esperaba empujar el índice hacia abajo.

Las pruebas no parecen a favor del Deutsche. Podría alegar que no tenía ni idea de que la venta de acciones, parte del despliegue de una posición de arbitraje, empujaría el índice hacia abajo. Algo difícil de creer: la posición tenía un tamaño de 2.000 millones de dólares. Los operadores deberían ser capaces de leer el mercado lo suficiente como para prever el efecto de un pedido tan grande efectuado en los últimos 10 minutos de negociación.

A menos que el fiscal pueda encontrar pruebas de que el Deutsche se propuso obtener un beneficio abusando del mercado, la entidad alemana se librará de una multa considerable, que en el peor de los casos podría costarle 10 veces su beneficio de 40 millones. Aunque Seúl se enorgullezca de tener uno de los mayores mercados de opciones, debería haber sido consciente de los riesgos hace tiempo.

Wei Gu

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