RBS reduce su exposición al ladrillo español
El Royal Bank of Scotland redujo en 1.600 millones de libras su exposición a títulos hipotecarios españoles durante 2010, ejercicio que la entidad cerró con pérdidas de más de 1.100 millones de libras
La dirección del Royal Bank of Scotland ha acelerado su plan de reducción de activos de riesgo, en el que cabe destacar el peso del ladrillo y, en especial, el del español. Según los resultados de 2010 publicados esta mañana por la firma, la entidad mantiene a la venta activos españoles por valor de más de 7.000 millones de libras (unos 8.220 millones de euros). Sólo a lo largo del pasado ejercicio, RBS ya se deshizo de 1.600 millones de libras de este apartado.
Casi un tercio de dicha cantidad salió de sus balances durante el cuarto trimestre del año, coincidiendo con el estallido de la crisis irlandesa. El antaño llamado "tigre celta", paradigma del crecimiento europeo durante la etapa de bonanza, logró sus mayores éxitos gracias a la construcción. El estallido de la burbuja inmobiliaria, sin embargo, dio un radical giro a su situación. Los mercados perdieron la confianza en el país, y el auge del riesgo país desembocó en un nuevo rescate por parte de la Unión Europea el pasado noviembre.
Las similitudes del modelo económico irlandés con el español han extendido, desde entonces, los rumores de quiebra al sur de los Pirineos. RBS, con una exposición a activos españoles 10 veces mayor a la que tenía en Irlanda, optó por multiplicar las ventas de estos títulos.
Fuentes del mercado apuntan a fondos de inversión estadounidenses como principales compradores de los activos españoles. Con todo, la incógnita sigue siendo el descuento que ha ofrecido RBS para equilibrar sus cuentas con estas operaciones. Sea como sea, los movimientos realizados durante los tres últimos meses del año le permitieron cerrar el trimestre en positivo, con unos beneficios de unos 12 millones de libras. Pese a ello, el saldo anual continuó en números rojos. De hecho, RBS perdió más de 1.100 millones de libras durante 2010, unos 1.300 millones de euros. Una cifra, aún así, que se aleja de los 3.600 millones de euros en negativo con los que concluyó 2009.
A media sesión, las acciones de la compañía iban perdiendo un 4,78% en la Bolsa de Londres, su peor descenso en lo que va de año. La entidad, que fue nacionalizada por el Gobierno británico tras el estallido de la debacle financiera internacional de 2008, continúa en manos públicas en un 84%.