Panamá proyecta tres líneas más para el metro que acaba de empezar FCC
La Secretaría del Metro de Panamá, para la que el consorcio que forman Odebrecht y FCC ha comenzado ya a construir la primera línea por 1.050 millones de euros, tiene planificados otros tres ramales más que darán servicio a la capital de este a oeste. Una de ellas será cubierta por un tren suburbano y precisa un puente de 80 metros de altura sobre el canal panameño.
Transformar Ciudad de Panamá sin afectar a su día a día. Este es el reto que el Gobierno que preside Ricardo Martinelli puso en manos de Odebrecht (55% del consorcio) y FCC (45%) al adjudicarles en noviembre del año pasado la construcción de la primera línea del metro. Se trata de la segunda obra del país por volumen económico (1.050 millones de euros) y entraña dos retos principales. Tunelar la ciudad de sur a norte, para lo que las empresas han encargado dos tuneladoras al fabricante alemán Herrenknecht de 9,4 metros de diámetro exterior, y trazar cinco de las 11 estaciones y su recorrido de forma elevada.
Si la también española OHL está acometiendo la obra de duplicar en un viaducto una de las arterias más saturadas de México DF, FCC hará algo similar en Ciudad de Panamá con la citada primera línea del metro, cuyo plazo de ejecución es de 38 meses. En el país centroamericano, el presidente Baldomero Falcones, así como el director general de FCC Construcción, Avelino Acero, y distintos ejecutivos de Sacyr, Metro de Barcelona o ingenierías como Ayesa, han podido escuchar de primera mano que Panamá trabaja en los informes de otras tres líneas de metro.
Una de ellas atenderá el crecimiento de la ciudad hacia el oeste, donde existe un plan de urbanización sobre un terreno de 1.000 hectáreas, entre otras actuaciones. "En la zona este hay proyecto como para hacer la ciudad de nuevo", afirma el responsable de la Secretaría del Metro de Panamá, Roberto Roy.
El Gobierno pretende urbanizar 1.000 hectáreas en el oeste de la ciudad
De momento, los responsables técnicos apuestan por un suburbano o tren de cercanías, que necesitará salvar el canal panameño con un puente de 80 metros de altura sobre el que irían la plataforma ferroviaria y la consiguiente calzada. Un paso elevado que debe dejar paso a los grandes transatlánticos.
El puente de las Américas, actualmente en servicio, tiene una altura de 65 metros sobre el nivel del mar.
Las otras dos líneas en planificación irían del centro de la ciudad hacia el este, en una obra civil que promete mover miles de millones de euros. De momento, la línea norte-sur que ha empezado a ejecutar FCC y cuyos avances serán controlados por un consorcio formado por las españolas Ayesa, Metro de Barcelona y la venezolana Inelectra, atenderá a una demanda inicial de 15.000 personas por sentido y hora.
Sin embargo, esta infraestructura de 14 kilómetros de longitud y con intervalos mínimos de 90 segundos entre estaciones está planificada para soportar hasta 40.000 personas por hora y sentido de circulación.
Papel europeo en la financiación
La primera línea de metro de Panamá, incluido el material rodante que ha sido contratado a Alstom, requiere un esfuerzo inversor al Gobierno de 1.050 millones de euros que, en buena parte, han salido de Europa. Incluso de España, con la participación de Cesce (75 millones). La francesa Coface (275 millones) o el Banco Europeo de Inversiones (de 200 a 250 millones) también han respaldado a la Secretaría del Metro, junto a la Corporación Andina de Fomento (400 millones), la estadounidense Overseas Private Investment Corporation (400 millones) y el Banco Interamericano de desarrollo (400 millones).El ministro de Fomento, José Blanco, quien ha acompañado a Sacyr Vallehermoso y FCC para supervisar las obras de ampliación del Canal y el proyecto del metro, se interesó por el detalle de la financiación del suburbano y tras ello aseguró a la prensa que el apoyo español y europeo a las infraestructuras fuera de Europa "no tiene nada que ver con posteriores adjudicaciones conseguidas en dura pugna técnica y económica".