Las cajas leen con cautela la letra pequeña del decreto y la banca le da la bienvenida
El real decreto-ley para el reforzamiento del sistema financiero ya está sobre la mesa. Atrás quedan los rumores sobre las intenciones del Gobierno y las ideas lanzadas por tirios y troyanos. Ahora le corresponde a cada caja analizar con lupa el texto. Las entidades de ahorro se mostraban ayer cautas. Todos los grupos consultados prefirieron reservarse su opinión sobre la norma a la espera de un dictamen de sus expertos financieros y jurídicos.
En todo caso, algunas sendas están trazadas de antemano. El pasado 7 de febrero, la CNMV recordó que los bancos que ejercen de cabecera de las fusiones de cajas y que salgan a Bolsa deberán tener, al menos, un 25% de su capital en el mercado.
Varios grupos tienen la intención de saltar al parqué. El caso más notable por su magnitud es el del Banco Financiero y de Ahorros (BFA). La sociedad cabecera de la fusión liderada por Caja Madrid cuenta con un core capital del 7,04%. Alcanzar el nuevo capital principal del 8% le obligaría a reunir unos 2.000 millones. Portavoces oficiales de BFA declinaron hacer comentarios sobre el real decreto-ley, pero Rodrigo Rato, presidente de la entidad, se ha mostrado crítico en el pasado con la discriminación normativa entre bancos y cajas.
Cajastur, CAM, Caja Extremadura, Caja Cantabria y CCM tienen la intención de mantener el control de su Banco Base. Este sitúa su ratio de recursos de capital de primera categoría en el 8,3%. Banco Mare Nostrum -que agrupa a Cajamurcia, Caixa Penedès, Caja Granada y Sa Nostra- ubica su core capital en el 8,4%. Entre tanto, el de Banca Cívica está en el 8,04%.
Estas cuatro alianzas probablemente presentarán una dependencia de la financiación mayorista por encima del 20%, incluyendo la liquidez recibida del BCE.
Catalunya Caixa (core capital del 6,62%) sopesa la posibilidad de dar entrada al Estado en su capital. Mientras, desde Novacaixagalicia prefieren "estudiar con calma todas las posibilidades".
El pasado viernes, CECA valoró que el Gobierno "no haya alterado el modelo corporativo de las cajas" a pesar de que la norma "no recoge todas sus aspiraciones".
Miguel Martín, presidente de la AEB, afirmó ayer que "la norma contiene el potencial para completar el proceso de reestructuración del sistema financiero español". Y añadió que "los bancos respaldan las iniciativas que impliquen avanzar en ese proceso".