"Queremos comprar una empresa grande"
Quiere aprovechar el músculo financiero de la matriz británica Bupa para aumentar su cuota de mercado con compras en el sector asegurador, a la vez que siguen expandiéndose con centros médicos propios y gestionando un hospital público en Valencia
Tiene muy claro su objetivo en la empresa. Quiere crecer. Iñaki Ereño (Melilla, 1964) lleva algo más de dos años como consejero delegado y en este tiempo le ha tocado bailar con la más fea: la crisis. Pero ha hecho un importante esfuerzo comercial para vender más, adaptando su oferta con nuevos productos y ajustando precios. Se siente respaldado por el gigante asegurador británico Bupa, a la que pertenece la compañía.
¿Cuáles son sus objetivos a medio plazo?
Tenemos un compromiso muy ambicioso que es incrementar en cuatro puntos nuestra cuota de mercado de aquí a tres años. Hoy estamos cerca del 17% y queremos llegar al 21%, por lo que seríamos la primera entidad por volumen de negocio.
¿Con nuevos clientes o captando de otras entidades?
Con nuevos, pero también con adquisiciones. Estamos en una búsqueda activa para encontrar oportunidades.
¿Pequeñas empresas?
De tamaño pequeño, pero nos encantaría adquirir una grande también. Una de las ventajas de pertenecer a Bupa es tener una compañía con pulmón grande. Nuestra matriz está muy contenta de cómo van las operaciones en España. Por lo tanto tenemos capacidad.
Entiendo que ahora mismo están negociando...
Sí. Ahora mismo estamos viendo dos cosas. Hemos visto otras el pasado año, pero no funcionaron. Las adquisiciones se harán en breve y también llegaremos pronto al objetivo de tener un 21% de cuota de mercado.
¿Qué aporta pertenecer a Bupa?
Aporta capacidad de inversión. No pagamos dividendos todos los años, podemos reinvertir en nuestro país prácticamente el 100% de lo que ganamos. Por tanto, todos los ejercicios invertimos en infraestructuras, en equipamientos y en ser una compañía más grande. Tenemos ya 65 centros médicos en España. Otra ventaja es formar parte de una compañía presente en 160 países.
¿Siguen reclamando una mejora en la fiscalidad de los seguros de salud?
Sí. Totalmente. Hasta el año 2003, el 15% de lo que se gastaba en un seguro médico se descontaba de la renta. Lo que se podría ahorrar la sanidad pública compensa con creces el importe de esa desgravación. Lo que queremos es que sea eso lo mínimo.
¿Y por qué cree que no se vuelve a aprobar?
No se hace hoy por un tema presupuestario y por un tema demagógico. Durante muchos meses se han reunido los parlamentarios para llegar a un pacto sanitario y la sanidad privada ni siquiera fue invitada, cuando supone el 30% del gasto sanitario.
¿Por qué ha firmado un acuerdo de colaboración con Zurich?
Zurich está entre los tres grupos aseguradores más importantes en España, con 1.500 agentes exclusivos y 5.000 oficinas. No podemos aislarnos de eso. Zurich podrá ofrecer un paquete más redondo a sus clientes y a nosotros nos permitirá vender más.
¿Cómo está afectando la crisis a su negocio asegurador?
Nuestro sector viene de crecimientos de casi dos dígitos hasta el año 2007. En 2008, el crecimiento fue de un 8%, en 2009 de un 6%, y en 2010 de un 4%. Esa ralentización se ha debido a que menos gente entra en nuestro mercado. Nos está afectando en cuanto al número de asegurados, pero respecto a los ingresos nos afecta menos.
Ante el alto nivel de desempleo y la desconfianza económica, ¿han rebajado precios?
No ha habido más rebajas de precios, porque sinceramente no nos lo podemos permitir. De alguna forma la presión de precios se ha atenuado. La estrategia es hacer una actualización de primas lo más ajustada posible. Esto es casi obligatorio. Además hay que tener productos adecuados para todo tipo de clientes, incluso para aquellos que se queden en situación de desempleo.
¿Se ha comportado mejor el seguro privado o el colectivo?
En las nuevas suscripciones el negocio particular se ha resentido básicamente por el tema de desempleo. Por la desaparición del negocio de miles de pymes y autónomos. Hemos hecho frente a la situación con un esfuerzo comercial, vendiendo más. Tenemos más bajas y a la vez más altas. El resultado neto no es tan bueno como otros años, pero permite cumplir objetivos.
"Si la política entra en la sanidad, se hace demagogia"
Sanitas ha entrado en el sistema público sanitario por la gestión del hospital de Manises gracias al Gobierno de la Comunidad Valenciana (PP). Allí, a cambio de 600 euros al año por paciente gestionan un área que atiende a 200.000 ciudadanos. "Recibimos una cápita, un 25% más barata que cuando lo gestionaba la sanidad pública", explica. Este modelo consiste en construir el hospital y llevar la gestión económica y médica. Se presentaron también al de Móstoles (Madrid), pero no consiguieron el concurso. Queda pendiente de adjudicar el nuevo centro madrileño de Carabanchel, pero no han sopesado la decisión final: "No lo hemos resuelto, pero por la sencilla razón de que creemos que la Comunidad de Madrid no lo va a hacer porque tiene dificultades con la parcela".Cree en la complementariedad con el sistema público sanitario. "Estamos deseando que nos llamen y que nos propongan cosas". Pero de momento sólo les ha contactado el PP. "Debido a la presión pública que hay, aquellos que son más abiertos a la colaboración tampoco lo son tanto. Desde que la sanidad se convierte en un argumento político, de campaña, existe demagogia. Por ejemplo, Tomás Gómez, candidato socialista a la Comunidad de Madrid, ha dicho que daría a los ciudadanos el número de móvil de su médico. Eso es demagogia. El sistema genera déficit en cada comunidad. Hay que tomar medidas". Y asegura: "Los ciudadanos no tienen prejuicios. Quieren tener un centro médico en su zona de residencia y estar bien atendidos, que la listas de espera no sean enormes, independientemente de quien sea el proveedor".