Las claves de la crisis de Nueva Rumasa
1.- ¿Cómo funciona el preconcurso?
Nueva Rumasa tiene tres meses para evitar el concurso. No tiene liquidez para afrontar sus obligaciones de pago, y tiene este periodo para renegociar con los acreedores, plazo en el que ninguno de ellos puede instar el concurso, según el artículo 5.3 de la Ley Concursal al que se ha acogido Ruiz Mateos.
2.- ¿Quién cobra primero en caso de concurso?
Primero van los acreedores cuyos préstamos tengan garantías, como por ejemplo una hipoteca. Después, los trabajadores, la Seguridad Social y Hacienda. Los tenedores de bonos o pagarés como los emitidos al público por Nueva Rumasa van después, al mismo nivel que los créditos sin garantía.
3.- Dos años operando al margen de la CNMV.
Desde que Nueva Rumasa empezase a publicitar sus emisiones de pagarés, la CNMV ha tratado por todos los medios a su alcance de controlar la colocación de unos productos sin las garantías habituales en las inversiones. Incluso se modificó la Ley del Mercado de Valores. Ello no ha evitado que al menos 5.000 inversores hayan depositado 140 millones en el grupo.
4.- El entramado empresarial de un coloso.
Nueva Rumasa solo es la sociedad holding tenedora de las participaciones en las filiales. El grupo no comunica resultados consolidados, por lo que haría falta extraer las cuentas de 117 empresas del Registro Mercantil -muchas de ellas sin actualizar- para obtener una fotografía fidedigna de su situación patrimonial.
Al no estar constituido como holding, y tener parte de sus accionistas en paraísos fiscales, los pasivos totales del conglomerado de los Ruiz Mateos son difíciles de estimar. La deuda bancaria se aproxima a los 700 millones de euros, a las que se suman deudas entre empresas del grupo.
La primera crisis de Ruiz Mateos se remonta a los años 80 cuando el primer gobierno socialista aprobó un real decreto de expropiación del Grupo Rumasa tras destapar un agujero patrimonial de más de 111.000 millones de pesetas. A partir de ese momento comenzó una larga batalla judicial que se prolongó hasta 1997, año en que el empresario jerezano fue absuelto por la Audiencia Nacional después de ser acusado de dos delitos de falsedad. No obstante, el Tribunal Constitucional respaldó la actuación del ejecutivo en cinco ocasiones, la primera de ellas en 1986.
7.- La refundación en el sector alimentario.
En dos años Ruiz-Mateos ha construido un gigante de la alimentación. La primera gran compra se produjo en 2007. Nueva Rumasa pagó 188 millones de euros por Cleas, Cacaolat y Ryalcao, que pertenecían a otro grupo con problemas, Parmalat. En 2008, aprovechó desinversiones de la multinacional Kraft y compró dos marcas de tomate triturado y zumos de renombre, Apis y Fruco. En marzo de 2009 inició su aventura en el sector hotelero. En septiembre se hacía con la planta de Kraft en Mahón, y con las marcas Tranchettes, Santé y Quesilettes. A finales del pasado año adquiría la pacense Cárnicas Oliventinas, con financiación de la Caja de Almendralejo.
8.- Opas y OPV que se quedaron en el camino.
Nueva Rumasa quisó sacar a cotizar a Cacaolat en la primavera de 2010 al Mercado Alternativo Bursátil. Paralelamente intentó entrar en el capital de Sos, con ofertas que valoraban la compañía por debajo de su valor de mercado. Ambos proyectos se quedaron en el camino.