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Vida útil de las centrales nucleares

El Gobierno "mantendrá" su política nuclear pese a la enmienda de CiU y PNV

El sector nuclear ha respirado tranquilo con la desaparición del párrafo de la Ley de Economía Sostenible que fijaba en 40 años la edad de las centrales. El Gobierno ha dicho que no cambiará su política, pues, de hecho, con enmienda o sin ella, las centrales pueden funcionar o ser clausuradas más allá de los 40 años.

La eliminación de las referencias que el proyecto de Ley de Economía Sostenible incluía en relación a la vida útil de las centrales nucleares, que este texto fijaba en 40 años, no va a cambiar el futuro de estas plantas. Bien es cierto que CiU y el PNV han logrado, con una enmienda en el Senado, que desaparezca el límite de edad de 40 años (que no figura en ninguna norma española), pero también lo es que el texto original permitía también la posibilidad de una prórroga a partir de ese límite.

Concretamente, el proyecto de ley señalaba que si se cumplían determinadas condiciones de seguridad (las que se exigen en la actualidad y alguna más), el Gobierno podría prorrogar su funcionamiento. Eso sí, mediante un sistema de permisos mucho más enrevesado que el actual.

En cualquier caso, como aseguraba ayer el ministro de Industria, Miguel Sebastián, el Gobierno va a mantener la misma política nuclear. Y, al mantenerse la normativa actual, los futuros Gobiernos podrán prorrogar o no la vida de las plantas atómicas, al igual que hasta ahora: la central de Zorita se cerró antes de llegar a esa fecha y el cierre de Garoña ya está en marcha.

La normativa actual y la ley enmendada permitían también ampliar la vida útil

De hecho el ministro de Industria, Miguel Sebastián, aseguró ayer que la política sobre energía nuclear que sigue el Gobierno de Rodríguez Zapatero se mantiene "a pesar de la enmienda que defendida en el Senado por CiU y PNV. "El Gobierno siempre ha dicho que a partir de los 40 años la primera palabra la tiene el Consejo de Seguridad Nuclear y a partir de ahí el Gobierno es el que decide en función de condicionamientos de seguridad, económicos, sociales y medioambientales", aseguró Sebastián. Y recalcó que la posibilidad de alargar la vida de las centrales nucleares "siempre ha estado abierta".

La única discusión que el Gobierno quiso zanjar al fijar en 40 años el funcionamiento de las centrales es si este plazo, el que rige en la actualidad, se refiere a la vida de diseño de las plantas (la única que figura por escrito y se refiere a las especificaciones del fabricante) o a la vida útil, que determina el Gobierno. Un debate que solo se planteó en el caso del cierre de Garoña, pero no en el de Zorita.

En cualquier caso, el cambio, que vascos y catalanes han eliminado, no será sustancial, pues se mantiene la posibilidad de que, si cumplen determinadas condiciones de seguridad y medioambientales (las que se exigen en la actualidad y alguna más), el Gobierno podría prorrogar su funcionamiento.

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