Las farmacias recurren a los robots para mejorar la gestión

Para Asefarma, la automatización sube la rentabilidad en un 40%

El farmacéutico teclea el nombre del medicamento solicitado en el ordenador y, sin más, continúa preguntando a su cliente sobre su dolencia y le informa al respecto de unas nuevas cremas que han salido al mercado recientemente expuestas en una esquina de la tienda. De repente, junto a la caja, aparece el fármaco pedido. Sin trucos, un robot instalado en la rebotica de esta farmacia inventada, pero que podría ser la de Jesús Córdoba en Carabanchel (Madrid), encuentra el producto y lo traslada por unas pequeñas cintas hasta la mano del farmacéutico.

"Tiene muchos beneficios, como que no te mueves del punto de atención, con lo que puedes liberar al personal de trabajos rutinarios y dedicar más tiempo al paciente", detalla Córdoba, titular de la farmacia Valvanera. En España son pocos los boticarios que se han animado a introducir estas mejoras, no más de 300 de las 20.500 farmacias del territorio.

El robot almacena los productos, se encarga de localizarlos y distribuirlos e incluso, recarga con los nuevos pedidos. Ocupa entre cuatro y seis metros cuadrados. El farmacéutico añade que "ganas en rapidez de dispensación, de recepción y de carga de los productos en el almacén, reduces errores y controlas mejor el stock y las caducidades. Optimizas el espacio en el local y puedes aumentar el sitio dedicado a la parafarmacia y a los productos sin receta, de venta libre". Córdoba destaca que "en un momento difícil para la farmacia con un aumento serio de la competencia", estos avances mejoran el rendimiento de la botica.

Para Asefarma, una empresa de asesoría de gestión dinámica para las farmacias, los beneficios de la automatización de la botica van más allá. "Este es un momento crítico y de crisis en el sector farmacéutico por los dos recortes de precios de los fármacos que aprobó el Gobierno el año pasado a través de dos reales decretos", explica Belinda Jiménez, responsable de gestión dinámica de Asefarma. Según los datos de la empresa, "una de las claves para aumentar la rentabilidad y dar un valor añadido a las farmacias es la robotización y automatización de los procesos de venta de medicamentos". En concreto, estiman que la rentabilidad aumenta en un 40% con estos avances.

También mejora sustancialmente la facturación del establecimiento, según avanza Jiménez. "Como tienes más espacio para la exposición y para aumentar el surtido de productos de parafarmacia, aumentas las ventas", detalla. El ahorro de costes "derivado del menor stock inmovilizado, los menores gastos de almacenamiento e incluso, en personal" también contribuye a una mejora de los números de la tienda, abunda la responsable.

En opinión de Jiménez, "las farmacias pueden hacer frente así de un modo más efectivo a la mayor competencia ofrecida por los nuevos canales de venta de parafarmacia, como las grandes superficies".

La inversión necesaria, en opinión de la responsable de Asefarma, ronda los 70.000 euros de media "si bien, cuanto mayor es la capacidad del robot, más caros son". Los gastos de mantenimiento "no deberían superar los 200 o 300 euros al año", estima.

Hacia un mayor dinamismo

Desde Asefarma, la automatización está dentro de "una forma de gestión distinta de la que se lleva realizando hasta ahora, mucho más activa y orientada a mejorar la rentabilidad, no solo la facturación", detalla Jiménez. Se trata de reorientar todo, desde las condiciones del local hasta la introducción de un programa de gestión y análisis de datos que permita controlar las ventas y gestionar de modo más óptimo las compras.En su iniciativa, se añaden temas de formación y motivación para los empleados, introducción de protocolos de calidad e incluso avanzar en la especialización de los establecimientos en cuanto a nutrición, cosmética u óptica. Jiménez asume, sin embargo, que se mueven "en un sector muy tradicional al que le cuesta hacer nuevas inversiones o introducir nuevas prácticas pese al entorno de crisis. No son muy receptivos a hacer el salto a la gestión dinámica". La responsable señala que "lo que antes era una opción, ahora es casi una imposición si se pretende sobrevivir en este marco de crisis".