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Columna
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BBVA y Santander empiezan a ver la luz

Los mayores bancos de España podrían haber pasado lo peor, al menos por ahora. A BBVA y Santander les alcanzó una tormenta perfecta el año pasado, cuando unas tasas de préstamo en caída y una costosa guerra de depósitos redujeron los márgenes. Las cosas deberían mejorar este año al tiempo que el ritmo de créditos dudosos se estabiliza. Pero los bancos todavía están a la merced de la crisis soberana de España, que aún no ha terminado.

El beneficio neto de Santander cayó un 8,5% en 2010, debido principalmente a las nuevas normas del Banco de España, que le obligaron a incrementar las provisiones de créditos dudosos en el tercer trimestre. BBVA, que llevó a cabo una limpieza a fondo a finales de 2009, reportó un aumento del 9,4% en su beneficio neto, aunque esto se debió principalmente a los fuertes resultados de sus operaciones en el extranjero.

Este año podría ser diferente. Ambos bancos ven con cauteloso optimismo las tendencias de los márgenes en España, conducidos por una revisión de los precios hipotecarios y una competencia menos feroz en los depósitos. Pese a que la crisis inmobiliaria en curso mantendrá las provisiones de los créditos dudosos al alza en 2011, hay ciertos signos de estabilización. Además, la reestructuración de las cajas, acelerada por la mayor demanda de capital del Gobierno, debería beneficiar a jugadores más grandes. El BBVA espera ampliar su cuota de mercado en España en un 50% en los próximos tres años. La aceleración en la reestructuración del sistema debería también contribuir a aliviar los temores sobre la carga de la deuda pública.

No obstante, la suerte de los dos grandes bancos aún está vinculada a la del soberano. Los bancos españoles sufrirán si los temores regresan. Pero debería traer algo de consuelo a los inversores el que España y Portugal contabilicen solo un tercio del beneficio neto de BBVA, y poco menos de un quinto en Santander. El resto del sistema financiero español no tiene el mismo respaldo. Mientras que la prima de riesgo ha retrocedido, los precios de sus acciones se han recuperado. Ambos bancos cotizan ahora a una prima para el sector europeo, según el múltiplo del valor en libros. Las buenas noticias podrían estar ya en el precio de la acción.

Fiona Maharg-Bravo

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