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Columna
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Vodafone estrena presidente

El fuerte precio de la acción de Vodafone es un arma de doble filo para Gerard Kleisterlee. El jefe saliente de Philips toma la presidencia del gigante de las telecomunicaciones justo cuando sus acciones se acercan a un máximo disfrutado por última vez en 2007 y con las preocupaciones en torno a la expansión de su cartera ya atendidas. La cuestión es cómo Kleisterlee, de origen alemán, puede ayudar al consejo a crear aún más valor para los accionistas.

Es poco probable que el nombramiento de Kleisterlee anuncie un cambio de estrategia importante para Vodafone, a pesar de la enorme transformación que llevó durante su década en Philips. Con el actual presidente, John Bond, y ante la presión de los accionistas-activistas tras una ola de rebajas, Vodafone ha dejado de comprar y ha empezado a vender. Deshacerse de los intereses minoritarios es lo más adecuado para un grupo de 148.000 millones de libras (173.530 millones de euros). Desde mediados del año pasado, Vodafone ha vendido su participación del 3,2% en China Mobil y los instrumentos de deuda del operador japonés Softbank. Los inversores aguardan también la venta del 44% en el operador francés SFR a su socio Vivendi, por 8.000 millones de libras y una participación en Polonia.

Sin una estrategia clara, Kleisterlee tendrá que trabajar duro para dejar su marca. Su primera prueba será asegurarse de que Vodafone obtenga un buen precio por los activos que ya están en el bloque. La tarea más espinosa es extraer valor de su lucrativa joint venture en EE UU, Verizon Wireless -ya sea garantizando que su socio reanude el pago de dividendos en 2012 como se espera u otra solución-. Una vez hecho, la gran cuestión estratégica será maximizar el potencial de crecimiento del tráfico de datos.

Los inversores, dispuestos a ver un nuevo presidente, han culpado al saliente de destruir valor. Pero en los cinco años de Bond, Vodafone ha generado un retorno para el accionista del 94%, lo que equivale a una rentabilidad anual del 14%. Rivales como Telefónica y Deutsche Telekom han conseguido menos en el mismo periodo. Eso sugiere que Bond merece un poco más de crédito, y que Kleisterlee tendrá todo preparado para obtener lo mismo.

Una Galani

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