Privatizar AENA no es tarea fácil
España espera recaudar 14.000 millones de euros este año con la privatización parcial de aeropuertos y loterías. Es más fácil decir que hacer. La privatización del deficitario grupo de aeropuertos de AENA -el mayor del mundo en volumen de pasajeros- está llena de complejidad.
El Gobierno quiere vender hasta el 49% de la compañía y permitir a concesiones privadas gestionar los aeropuertos de Madrid y Barcelona de forma independiente. ¿Qué debería ir primero? Será difícil vender una participación del holding mientras se desconozca el valor de la concesión de sus dos aeropuertos más grandes. Hacer grandes concesiones primero tendría más sentido y atraería gran interés de los operadores de infraestructuras. Pero después quedarían unos 45 aeropuertos de la sociedad -lo cual no sería fácil sacar a Bolsa-. Hay algunas joyas, como Mallorca o Alicante, pero muchos otros son deficitarios.
El segundo problema es la valoración. El Gobierno espera recaudar cerca de 9.000 millones de euros de ese 49%, valorando la compañía en cerca de 18.000 millones. Para llegar ahí, los inversores deben hacer conjeturas bastante ambiciosas. Un informe encargado por el Gobierno estima en 1,8 millones el potencial Ebitda del grupo, suponiendo que las tarifas subirán de su base, actualmente baja. Multiplicando por diez -la media de los aeropuertos cotizados-, el valor de la empresa es de 18.000 millones de euros. La pega es que AENA solo hizo ¦euro;574 millones de Ebitda en 2009. Además tiene una deuda estimada en 12 millones, pese a que puede terminar quedándose con el Gobierno y no dentro de la empresa privatizada.
Hay cierto potencial de crecimiento, por ejemplo, con un mejor aprovechamiento de los espacios comerciales en los aeropuertos. Barajas, que trae 50 millones de pasajeros al año, tiene capacidad de sobra. Tras la fusión de British Airways con Iberia podría tomar el relevo de Heathrow, que está estallando por las costuras, y que cuenta con un tercio de los pasajeros en tránsito. AENA también podría reducir costes y cerrar los aeropuertos inviables. Pero esto puede ser difícil en aquellas regiones donde los aeropuertos son tratados como vacas sagradas. Por suerte, la privatización de Loterías es más sencilla y los banqueros dicen que probablemente superará los 5.000 millones de euros que el Gobierno espera obtener con la venta de una participación del 30%. La privatización de los aeropuertos a un precio decente, no obstante, puede tomar más tiempo.
Por Fiona Maharg-Bravo