Irlanda cree que el interés actual del paquete de ayuda europeo puede provocar "futuras insolvencias"
El embajador de Irlanda en España, Justin Harman, apuesta por una "reestructuración" de la Facilidad Europea de Estabilización Financiera (EFSF en sus siglas en inglés) que incluya una revisión de los tipos de interés que pagan los países por el paquete de ayuda de la UE, ya que en sus niveles actuales penalizan a las economías que los reciben y crean "una receta para futuras insolvencias".
El embajador de Irlanda en España, Justin Harman, subrayó en una entrevista concedida a Europa Press que el tipo de interés actual de la ayuda, de entre el 5,8% y el 6%, pone en peligro el futuro crecimiento de Irlanda, que espera registrar un incremento del PIB de entre el 1,5% y el 2%.
En este sentido, reconoció que la capacidad de seguir pagando estos intereses va a ser uno de los temas centrales en las elecciones anticipadas que se van a celebrar en el mes de febrero, pese a que todas las formaciones políticas coinciden en que es necesario conseguir un nivel más bajo, no sólo para Irlanda, sino para el mecanismo en general.
"Si el tipo de interés es mucho más alto que la capacidad de los países, basado en su nivel de crecimiento, entonces hay un problema y habrá una falta de confianza por parte de los mercados", advirtió.
En esta línea, reclamó que el EFSF se enfoque de manera que se puede demostrar a los mercados la "seriedad" de Europa para defender el euro y a los países más vulnerables. En su opinión, la facilidad ha sido "un instrumento importante", pero es evidente que necesita "respaldo y una reestructuración" para que funcione mejor. También reclamó, más avances en la coordinación económica entre los países para evitar las distorsiones que se han producido en la última década.
Asimismo, el embajador confió en que las últimas decisiones adoptadas a nivel europeo consigan terminar con la crisis de deuda "dando confianza a los mercados", aunque esto depende también de las capacidades de los estados de enfrentarse a sus niveles de endeudamiento.
Medidas de ajuste 'suficientes'
De cara a las elecciones que se celebrarán en febrero en Irlanda, defendió que existe en consenso "casi total" entre todos los partidos políticos irlandeses en las "grandes líneas" del paquete de ayuda, así como en el objetivo de reducir el déficit hasta el 3% del PIB en 2014-2015, lo que implica un "enorme ajuste" en el gasto público después de una década de crecimiento "desproporcionado".
Pese a ello, descartó la posibilidad de que Irlanda adopte nuevas medidas de ajuste este año, dado que las recogidas en los presupuestos para 2011 son "suficientes". "Más de eso no sería ni posible ni necesario", incidió.
En este sentido, recalcó que las medidas adoptadas por el país en los últimos dos años han sido "drásticas", con un fuerte recorte del gasto público, que ha implicado decisiones "muy difíciles" con consecuencias, por ejemplo, en el empleo público o en las ayudas de bienestar social.
Asimismo, recalcó que no se plantean la posibilidad de abandonar el euro, lo que nos es "ni deseable ni factible". De hecho, Harman subrayó que la moneda única ha sido de "gran importancia" para el crecimiento irlandés. "De ninguna manera ponemos en duda el futuro del euro y nuestra participación", insistió.
En este sentido, reconoció que se cometieron errores en la economía irlandesa en los últimos años, como una falta de rigor por parte del regulador financiero o fallos en la gestión del riesgo de sus entidades, pero recordó que ya "se están corrigiendo".
Por otro lado, el embajador afirmó que el país se ha sentido "respaldado" por sus socios europeos en su lucha para hacer frente a sus problemas económicos y recalcó que, con el paquete de ayuda, acordado en un periodo aproximado de 15 días, han sentido la solidaridad de los miembros de la eurozona y de otros países como Gran Bretaña, Dinamarca o Noruega.
Sin embargo, incidió en que es "importante" que esta solidaridad se transforme en un proceso de cambio que respalde el euro a nivel general y que, al mismo tiempo, tenga en cuenta que las circunstancias de cada economía son diferentes. "Estamos a favor de una convergencia económica (...) pero es importante no impulsar una uniformidad que podría poner en peligro la recuperación en algunos de los países", agregó.