Rosell busca calmar la confrontación en Foment
El presidente de CEOE, Juan Rosell, quiere dejar un legado de consenso y armonía en la patronal catalana Fomento del Trabajo. No se ha fijado un plazo concreto, pero espera que en un máximo de seis meses pueda designar sucesor sin convocar nuevas elecciones, para dedicarse plenamente a sus nuevas tareas en Madrid.

Rosell ha tomado como ejemplo el relevo que protagonizó Carlos Ferrer Salat en 1977, cuando se convirtió en el primer presidente de CEOE, compaginando justo medio año el mismo cargo en Fomento de Trabajo Nacional, hasta que Alfredo Molinas accedió al cargo de forma unánime. La voluntad de Rosell es que los actuales nueve vicepresidentes de la organización empresarial con sede en la plaza Antonio Maura de Barcelona pacten un candidato. Sin embargo, ni la aplastante victoria conseguida en los comicios de noviembre, similar a la alcanzada en CEOE, ha aplacado todos los ánimos.
Tras el reciente plante del presidente de la organización empresarial Cecot, Antoni Abad, no se distingue un candidato aventajado. Abad, de ascendencia convergente (CiU), ha descartado aceptar una vicepresidencia en Fomento, alegando un presunto incumplimiento de promesas sucesorias por parte de Rosell. Nadie ha explicado en qué consisten estos supuestos pactos, pero en cualquier caso son una consecuencia directa del apoyo final de Abad a la candidatura de Rosell en las pasadas elecciones, tras abrazar en un primer momento la opción renovadora de Joaquim Boixareu.
Antes de la incorporación de Abad a la candidatura de Rosell, éste último intentó fundir las dos opciones con promesas de renovación en todos los órganos de gobierno de Foment, pero los acuerdos no se llegaron a firmar.
El presidente de la mutua Fiatc, Joan Castells, se sitúa en la mejor posición tras el desaire de Abad
Tampoco las funciones de Abad, que asegura que Rosell le confirmó un papel más relevante en su sucesión y una renovación más decidida de las vicepresidencias. La cuestión es que Rosell ha aceptado con filosofía el desaire de Abad, quedando vacante su vicepresidencia, además de otras dos que han quedado sin cubrir. A pesar de que el presidente de la Cecot está a tiempo de ocupar su puesto entre los otros nueve vicepresidentes, parece que su liderazgo se ha diluido. Lo que queda claro es que Juan Rosell prevé que surja un candidato de consenso entre estos nueve o 10 vicepresidentes. En los estatutos solo se distingue que en caso de fuerza mayor, el representante de más edad será el que tomará las riendas de la organización, pero siempre en un contexto de interinidad y salvo acuerdo de la junta directiva. En este caso, correspondería la presidencia a Josep Manuel Basáñez, que ocupa una vicepresidencia en representación de Saba (grupo Abertis).
Con todo, esta situación no se ha dado nunca, ni cuando falleció el presidente Antonio Algueró en 1995. Incluso en ese momento delicado se buscó una figura pactada, apareciendo precisamente Juan Rosell, que desde entonces y con menos de 40 años ya no ha dejado la máxima representación de Foment. Rosell espera un candidato consensuado para evitar a toda costa que tenga que decidir la junta directiva, formada por más de 80 miembros.
Entonces, ¿Qué opciones quedan? De entre los vicepresidentes, destaca Eusebi Cima, al frente de Fepime, la organización de pymes de Fomento. Cima aún no ha mostrado sus cartas, de la misma forma que Joaquim Gay de Montellá, que a pesar de que han iniciado contactos para comprobar qué apoyos podrían tener para presidir Fomento, están pendientes del equipo que Rosell se llevará a Madrid. Además, estas dos figuras, tampoco destilan un consenso absoluto en la patronal catalana. Tanto Cima como Gay de Montellá han sido piezas básicas en la última contienda electoral en CEOE, de la misma forma que ha sido clave Joan Gaspart, otro de los vicepresidentes nombrados en Fomento, que ha accedido a la presidencia del consejo de turismo de CEOE. Eusebi Cima (antecesor de Abad al frente de la Cecot) es también vicepresidente de Cepyme, una de las organizaciones que Rosell pretende potenciar. Por su parte, Gay de Montellá ha accedido a un puesto en el comité ejecutivo de CEOE.
Así las cosas, aparece cada vez con más fuerza la alternativa de Joan Castells, presidente de la mutua de seguros Fiatc, que además mantiene una gran amistad con Gay de Montella y el propio Rosell. Castells mantiene el máximo cargo en Fiatc desde hace más de 20 años y tuvo sus opciones para presidir el FC Barcelona. Pasó fugazmente una semana como hombre fuerte de la compañía La Seda de Barcelona, de la que dimitió como consejero incluso con algunas críticas por unas supuestas irregularidades en el grupo químico. Ha sido uno de los nuevos vicepresidentes que ha introducido Rosell, y el que podría recoger un mayor consenso.
Boixareu
En cualquier caso, pocas opciones cuentan los miembros de la candidatura alternativa de Boixareu en las pasadas elecciones. Algunos de ellos han logrado entrar en la junta directiva. Es el caso de Antoni Zabalza (Fedequim) Antoni Marsal (Unión Patronal Metalúrgica), Josep casas (Gremi de Fabricants de Sabadell) y Bernat Gómez (Artes Gráficas), los empresarios que formaron el núcleo duro de la lista de Boixareu, que, en cambio, ha quedado fuera de los órganos de gobierno de Fomento del Trabajo. De esta forma, Juan Rosell recompone e incluye todas las tendencias en la patronal, pendiente solo del futuro que decida finalmente Antoni Abad.