Ordóñez pide a las cajas otra vuelta de tuerca para reducir plantilla y red
El Banco de España quiere acelerar los ajustes de personal y red de las cajas. Pide que se recorten los plazos para rebajar plantilla y oficinas. Además, reclama un nuevo esfuerzo para reducir más el personal y las sucursales.
Parece que al final el Banco de España conseguirá parte de la transformación de las cajas que quería, pero no toda. El objetivo del supervisor era que todas estas entidades se convirtieran en fundaciones y su actividad pasara íntegra a un banco. El fin del sector.
La razón no es otra que la necesidad del Gobierno de devolver la confianza al mercado. El supervisor fue el primero en azuzar a Economía para que forzase la conversión de las cajas en bancos. Consideraba que la situación de la deuda soberana era crítica, con un aumento de la desconfianza de los mercados y de las primas de riesgo.
Una de las principales razones es que los inversores no entienden el proceso de saneamiento del sector financiero español. No comprenden la estructura de los SIP o fusiones virtuales y no están dispuestos a invertir en unas firmas en las que no creen. Esta posición llega en un momento en el que las cajas necesitan liquidez y capital debido a su endeudamiento exterior producido sobre todo en la última década, y los mercados están cerrados.
Pero la negativa de la CECA, encabezada por Isidro Fainé, el pasado miércoles, y de Economía, frenó en parte este proyecto. Las cajas no serán obligadas a convertirse en fundaciones, algo que sí hubiese provocado un cambio de la ley sectorial denominada Lorca. Se mantendrán, pero solo en teoría. La realidad es que el Banco de España está pidiendo a las cajas, primero a las que han constituido SIP y poco a poco a todas, que traspasen el negocio que componen estos SIP a los bancos que han creado.
Así, el banco tiene todos los activos de las cajas, y éstas quedan como mera marca para captar negocio, pero sin contenido, a excepción de la obra social. Esta petición ya se recoge en la Lorca, pero se incluirá matizaciones en el decreto que el Gobierno piensa aprobar a más tardar el viernes para acelerar la reestructuración del sector, según confirmó ayer el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba. "El objetivo de la reforma que vamos a impulsar y a acelerar esta semana es que bancos y cajas presten dinero a familiaas y empresas", señaló.
Los primeros
El primero en aprobar esta vía ha sido el SIP compuesto por Cajastur -con CCM-, CAM, Caja Extremadura y Caja Cantabria. Su banco, denominado Base, ha comenzado a recibir los activos de estas cajas. La operación se completará entre febrero, con la aprobación del consejo, y marzo con la de la asamblea.
El grupo de Cajasur ha realizado su transformación antes de que el supervisor lo exija. Mare Nostrum (Caja Murcia, Sa Nostra, Caja Granada y Caixa Penedès), también ha decidido segregar todo su negocio en el banco, operación que pasará la semana que viene por consejo.
La Caixa, aunque no ha creado SIP ni tiene intención de absorber ninguna entidad financiera, a excepción de lo que hizo con Caixa Girona, también creará en breve un banco al que segregará su negocio. Esta medida, según varias cajas que aún no han constituido un banco, será decisivo para el sector.
El Banco de España está pidiendo a las cajas no sólo que aceleren su reestructuración acortando plazos en sus ajustes de plantilla y oficinas, sino que den otra vuelta de tuerca sobre los planes de ajuste, sobre todo a las que han pedido dinero al FROB.
Es el caso de las cajas que forman Banco Base, que anunciaron 2.200 prejubilaciones y ahora las ampliarán a 2.500, el 16% de la plantilla. Y cerrarán 500 oficinas de las 400 previstas, el 18% del total.
Catalunya Caixa y Unnim son otros de los casos. Catalunya Caixa, que estudia pedir 1.003 millones adicionales, ha optado por plantear una reducción de la masa salarial a los 8.300 empleados de la entidad resultante de la fusión entre las cajas de Catalunya, Tarragona y Manresa, que ya ha cerrado más de 150 sucursales de las 280 oficinas totales que prevé desprenderse, lo que ha supuesto una reducción de 900 empleados.
Además, el supervisor ha pedido a Unnim el cierre de unas 50 oficinas adicionales y una reducción de plantilla de 100 personas para dar el visto bueno al nuevo recurso al FROB.
Una reforma con mejora fiscal para el sector
El Gobierno tiene tanta prisa en acelerar la reestructuración de las cajas que estudia aprobar un decreto en el que se incluyan los cambios necesarios para lograr este objetivo el miércoles, aunque no pase por Consejo de Ministros. Si no se llega a un pacto entre Banco de España, CECA y Economía, se esperará al viernes y aprobarse en Consejo de Ministros. En esta norma se recogerá un aumento de los requisitos de solvencia, vías para acelerar la segregación del negocio de las cajas a un banco, y las vías para una nueva recapitalización del sector, que pasa por capital privado y público a través del FROB.El traspaso obligatorio del negocio de las cajas a bancos llevará consigo ventajas fiscales. Sin esta segregación no se produciría una mutualidad fiscal para estas entidades, algo que las cajas tendrán muy en cuenta en estos momentos. El pasar todo el negocio de las cajas a bancos permitirá a estas últimas entidades buscar inversores privados para que entren en su capital y así reforzar su solvencia a través de la emisión de acciones, algo que sí entienden los mercados, a diferencia de las cuotas participativas. También es más fácil la inyección de capital público parcial por la vía de acciones para la caja que lo necesite, y la entrada del Gobierno en los consejos de estas entidades.Uno de los primeros bancos que están dispuestos a cotizar, una vez que el proyecto de Banca Cívica de cotizar se prolongará bastante tiempo, será Banco Base si no fallan sus tiempos. La idea es que el banco sea operativo el 1 de junio. Nacerá con un core capital del 8% y pretende salir a Bolsa en cuanto los mercados lo permitan, pese a no necesitar recapitalizarse. No buscará inversores institucionales. El banco de La Caixa puede adelantársele, no obstante.