El Gobierno, dispuesto a retrasar el cierre de Garoña a cambio de un pacto global
El Gobierno está dispuesto a retrasar el cierre de la central nuclear de Garoña, como han solicitado los sindicatos para mantener puestos de trabajo, a cambio de un pacto global en pensiones y reforma laboral, según han avanzado fuentes del Ejecutivo, que ven cerca un principio de acuerdo.
Según estas fuentes, sindicatos y empresarios están reunidos de nuevo en el Ministerio de Trabajo para intentar cerrar ese principio de acuerdo, en el que la jubilación a los 67 años que propone el Gobierno ya no sería un problema para UGT y CCOO.
El punto clave de la negociación, han apuntado las fuentes, son los requisitos que deberían cumplir los trabajadores para jubilarse con la pensión a los 65 años; el Gobierno ha propuesto 41 años cotizados y los sindicatos piden rebajar esa cifra.
En la negociación global que se ha puesto en marcha para intentar cerrar un pacto social, los representantes de los trabajadores han planteado la posibilidad de prorrogar la vida útil de las nucleares como una vía para evitar la desaparición de puestos de trabajo.
El primer cierre previsto sería el de la planta de Garoña (en 2013) y, aunque el ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha opinado esta mañana que esa decisión era firme, el Gobierno está dispuesto a ceder y revisarlo si los agentes sociales aceptan un "paquete global".
El Ejecutivo aspira a que ese acuerdo de conjunto, además de la reforma del sistema de las pensiones y el desarrollo de la reforma laboral, incluya también la política energética e industrial.
Según las fuentes del Ejecutivo, de la central burgalesa de Garoña dependen alrededor de 1.800 puestos de trabajo.
El desarrollo de la reforma laboral es otro de los asuntos que se encuentra sobre la mesa de negociación con los agentes sociales, donde se estudia una nueva modalidad de contratación parcial que, han añadido las fuentes, podría acercar a las partes.
Si se alcanzara hoy un principio de acuerdo, sindicatos y empresarios continuarían las conversaciones de forma bilateral para intentar cerrar otras reformas en marcha, como la de la negociación colectiva.
De no llegar a un pacto, han insistido las fuentes, el Gobierno mantiene su decisión de aprobar la reforma de las pensiones el 28 de enero y de decidir unilateralmente sobre la negociación colectiva a finales de marzo.
Mientras, continúan los contactos con los grupos parlamentarios.
El ex ministro Jesús Caldera, que acaba de ser nombrado por el Gobierno mediador en las negociaciones con las fuerzas parlamentarias para la reforma del sistema de pensiones, se ha mostrado hoy esperanzado respecto a la posibilidad de conseguir un "gran consenso" en el Parlamento que incluya al PP.
Según han apuntado las fuentes del Ejecutivo, fue el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien decidió que Caldera se ocupara de esta negociación con el fin de explicar con claridad la reforma planteada.
El secto nuclear lo celebra
La presidenta del Foro Nuclear, María Teresa Domínguez, celebró hoy que el Gobierno esté dispuesto a retrasar el cierre de la central nuclear de Garoña.
Domínguez expresó la satisfacción del sector ante la posibilidad de que se alargue la vida de las nucleares si así lo acuerdan Gobierno y sindicatos y subrayó que la central burgalesa no puede quedar fuera de este acuerdo.
La presidenta del Foro Nuclear, que agrupa a las empresas propietarias de centrales, reconoció que es un "paso importante" que se plantee este debate, más aún en el marco de una negociación se abordan medidas relacionadas con la estabilidad económica y de empleo en España.
Asimismo, afirmó que prolongar la vida de las centrales nucleares es "necesario" y "prioritario" para la economía y el empleo, al tiempo que señaló que la mayoría de los países europeos están apostando por esta vía.