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CincoSentidos

El bosque hace valer su rentabilidad para sobrevivir

El año mundial de la ONU llega entre nuevos planteamientos para evitar la deforestación.

El bosque hace valer su rentabilidad para sobrevivir
El bosque hace valer su rentabilidad para sobrevivirCINCO DÍAS

En 2010 se redujo algo la pérdida de masa boscosa respecto a los 13 millones de hectáreas -equivalente a una cuarta parte de la península Ibérica- que desaparecen cada año. Es un primer dato de que algo parece ir cambiando para este 2011 proclamado como Año Internacional de los Bosques por Naciones Unidas: en particular, la creciente convicción de que pueden ser fuente de riqueza. Que su cuidado, más allá de los incuestionables valores ecológicos, resulta rentable combinando las distintas posibilidades de ingresos que genera.

Un ejemplo reciente lo brinda David de Pedro Palomar, un empresario hostelero asturiano que, con otros cuatro socios, ha adquirido una propiedad de 600 hectáreas en Cangas de Narcea, el monte Pumar. "Es un lugar magnífico, que fue reforestado en los sesenta con cuatro millones de pinos, y está protegido como parte de la Red Natura. Al margen de su belleza, lo hemos comprado con estrictos criterios de rentabilidad: esperamos sacarle partido combinando la explotación maderera con el agroturismo y la recogida de restos para emplear como biomasa".

En su documentación oficial sobre este año de los bosques, la propia Greenpeace no duda en afirmar que la gestión forestal es una de las claves para la preservación de este patrimonio básico, y Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de bosques de la ONG, afirma que "además de plantar árboles (algo siempre positivo), tenemos que decirle a la sociedad que hay que cortar: además de para producir bienes (madera, corcho, resina, papel), para reducir la densidad de muchas zonas con exceso de arbolado, en antiguas repoblaciones, y también en zonas regeneradas a partir del abandono del medio rural".

Los pequeños propietarios siguen con dificultades para mantener el terreno

En España se da la circunstancia de que el terreno con consideración forestal está en gran medida en manos privadas. La Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE), que agrupa a 25.000 propietarios, estima que un 67%, incluyendo también buenas porciones de las extensiones de parques nacionales (por ejemplo, el de Cabañeros en Ciudad Real) que no pueden ser explotados de ninguna manera.

Propiedades familiares

"Cuando se habla de propietarios de bosques, la gente piensa en la duquesa de Alba, y es cierto que también están entrando últimamente compradores como la constructora ACS o papeleras. Pero lo cierto es que en el 99% de los casos se trata de propiedades familiares de entre 2 y 10 hectáreas, que deben afrontar fuertes gastos para mantener el monte", explica Eduardo García Márquez, consultor técnico de COSE.

Los propietarios están obligados por ley a mantener limpio el bosque, entre otras cosas para prevenir incendios, con unos tratamientos que cuestan entre 2.000 y 4.000 euros por hectárea. Por ello, se hace necesario conseguir ingresos que permitan costear la limpieza. Sin embargo, no es sencillo cuando se trata de propiedades pequeñas. En este caso, los dueños buscan distintas fórmulas de asociacionismo que permitan afrontar inversiones y proyectos en común.

Distintas fuentes de ingreso

Aunque la importación de madera supone el segundo capítulo en la factura exterior española, por detrás de los combustibles fósiles, la Confederación de Organizaciones de Selvicultores estima que solo se aprovecha adecuadamente con fines madereros el 30% del potencial del bosque español. Por otra parte, este es menor al de nuestros vecinos del norte por la distinta rentabilidad de los árboles autóctonos españoles: la productividad media de los bosques europeos es de 13 metros cúbicos por hectárea al año y en España, de apenas 2 metros.Turismo, caza, pastos, corcho u otros productos forestales son alternativas, aunque menores. La idea de que las Administraciones paguen una renta ambiental por la retención de CO2 que supone el arbolado nunca cuajó. La gran esperanza adicional es la biomasa, la recogida de restos forestales para su cremación, aunque falta poner en marcha el negocio.

Riqueza de futuro y presente

RECURSO BÁSICO. Según Naciones Unidas, más de 1.600 millones de personas en los países más pobres del mundo sobreviven gracias a los materiales, medicinas y alimentos que consiguen extraer de los bosques.RETOS. Greenpeace considera como grandes objetivos de este año detener la deforestación en dos de los países con mayor masa arbórea del mundo, Indonesia y Brasil. En el primero se ha firmado una moratoria de dos años, mientras que en el país suramericano se destruyó el año pasado un 14% menos de selva que en el precedente.CERTIFICACIONES. Los consumidores pueden poner su granito de arena consumiendo productos de madera procedente de bosques tratados con métodos sostenibles. Una de las certificaciones más extendidas en España al respecto es la que brinda FSC (Forest Stewarship Council).EUCALIPTOS. La reforestación en España durante la etapa del franquismo se centró en la plantación de eucaliptos, árboles de origen australiano de rápido crecimiento. Pero su adaptación al medio peninsular ha sido dañina.

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