El sucesor ideal
Este abogado del Estado de 46 años es uno de los directivos que más confianza genera en los mercados. Amancio Ortega le ha designado su sustituto al frente del gigante mundial Inditex.
Cuando Pablo Isla llegó a Inditex, en junio de 2005, la acción de uno de los principales grupos de distribución del mundo cotizaba alrededor de 19 euros (el grupo está en el mercado de valores desde 2001). Hoy es la cuarta empresa española por capitalización, por detrás de Telefónica, Santander y BBVA -el viernes cerró a 58,71 euros-. Fue uno de los aspectos que Korn Ferry International, la empresa de cazatalentos que le fichó para Inditex, consideró: un candidato creíble para la comunidad internacional de inversores.
Inditex es uno de los mayores éxitos de la empresa española. La primera tienda Zara, su buque insignia, abrió en 1975 en La Coruña. Treinta y cinco años después, el grupo está presente en 77 países; a pesar de la crisis, las ventas aumentaron un 14% y el beneficio neto mejoró un 42% en el tercer trimestre.
Consolidada la estructura corporativa, Amancio Ortega, presidente y fundador de Inditex, anunciaba el pasado lunes la decisión de dejar en manos de Pablo Isla, actual vicepresidente y consejero delegado, el poder ejecutivo. Una nueva etapa. "Será la combinación de la juventud y la experiencia que, con responsabilidad y profesionalidad, llevan a hacer bien las cosas", transmitía Ortega por carta a sus casi 100.000 empleados.
Es vox pópuli que entre Pablo Isla y Amancio Ortega hay plena sintonía. Y la noticia lo confirma, destaca Venancio Salcines, presidente de la Escuela de Finanzas, uno de los centros de formación financiera de referencia en España, con sede en La Coruña. "A los pocos meses de entrar como consejero delegado, Pablo Isla ya cumplía las expectativas que Amancio Ortega tenía de él", recalca.
Carlos Alemany, presidente de Korn Ferry, recibió unas guías del comité de nombramientos de Inditex acerca del candidato, pero el headhunter pensó que había que considerar otras tres circunstancias: que fuera una persona que manejara bien la relación con los inversores, que dominara el negocio industrial y logístico y que además de competente fuera humilde. En Pablo Isla, en ese momento presidente del grupo Altadis, se daban los tres requisitos. "Yo tenía la imagen de un directivo de perfil bajo, poco carismático. Cuando le conocí, me di cuenta de que era todo lo contrario", confiesa Alemany. "Bajo esa apariencia de hombre tímido, hay una persona con una cabeza prodigiosa, a la tercera pregunta te das cuenta de que está por delante de ti; no tiene un liderazgo carismático, pero deja una huella positiva", prosigue el presidente de Korn Ferry.
Inditex necesitaba a un directivo para suceder a José María Castellano, que llevaba 20 años como consejero delegado del grupo. Isla aceptó el reto y puso rumbo con su familia a La Coruña -está casado y es padre de tres hijos-. Tan solo puso a su nueva casa una condición: mantenerse como consejero de Telefónica.
En 2008, el presidente de la teleco, César Alierta, señaló al entregar a Pablo Isla el premio AED al directivo del año: "Puede hablar de financiación como el mejor asesor financiero, de contabilidad como el mejor auditor, de temas jurídicos como el mejor abogado o de logística como el mejor ingeniero".
El hombre que sucederá a Amancio Ortega en el timón de Inditex -su nombramiento será propuesto en la próxima junta general- cumplirá 47 años el próximo día 22 de enero. Es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y abogado del Estado con el número uno de su promoción. Sus apuntes han ayudado a muchos abogados del Estado a estudiar la oposición.
Antes de convertirse en uno de los 37 empresarios convocados por Zapatero en diciembre -fue el primero en llegar a la cita-, Pablo Isla fue un gran abogado mercantil. En 1991 fue delegado español ante la Comisión de las Naciones Unidas para la Unificación del Derecho Mercantil Internacional. Un año después obtuvo la excedencia como funcionario y se marchó al Banco Popular como responsable de la asesoría jurídica. Era director de los servicios jurídicos del banco cuando en mayo de 1996 el Gobierno del PP le puso al frente de la Dirección General de Patrimonio, cuando dependían del organismo Tabacalera y Telefónica. Dos años después, se reincorporó al Popular como secretario general. En julio de 2000, Isla fue nombrado presidente del consejo y copresidente de Altadis, en sustitución de Alierta.
Semejante trayectoria se ha prestado a especulaciones sobre su futuro en empresas como Telefónica o Caja Madrid. El pasado marzo, Isla zanjaba las teorías: "Me veréis toda la vida en el grupo Inditex".
Este hombre intelectualmente inquieto, devorador de libros confeso y devoto de William Shakespeare, quiere llevar a la compañía a los primeros puestos de la responsabilidad social. Hace cinco años Inditex, junto con un grupo de empresas españolas, hizo posible la vuelta a España de Valentín Fuster. Desde la Fundación Pro CNIC (Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares), Pablo Isla se implica en este proyecto científico. No es un mero filántropo, observa Valentín Fuster, director general del centro y director del Instituto Cardiovascular del hospital Mount Sinai de Nueva York. "A lo largo del proyecto ha realizado un gran esfuerzo personal dentro de su apretadísima agenda para aportar su acertado consejo en reuniones decisivas de gestión de la fundación, colaborando en gran manera al progreso de la investigación cardiovascular en España", precisa el prestigioso cardiólogo. Otra huella que dejar en la empresa española.