Sarkozy admite ante Obama el papel del dólar como divisa global
Nicolas Sarkozy dio ayer su primer impulso a la presidencia francesa del G-20 con una reunión con Barack Obama. El mandatario francés quiere iniciar el debate sobre la estabilidad financiera mundial y el futuro del dólar como única divisa global. No obstante, tras la reunión, Sarkozy reconoció el valor del billete verde.
El presidente francés fue a Washington con la idea de comenzar una conversación a alto nivel sobre las cuestiones sobre las que quiere articular su presidencia del G-20. Sarkozy tiene como objetivo poner la primera piedra para conseguir un nuevo sistema financiero global más estable.
En el Elíseo se considera además que el hecho de que haya una sola divisa mundial, el dólar, es poco práctico, máxime tras los cambios habidos en la economía global. Fuentes francesas afirman que Francia no quiere "destronar el dólar" pero tanto el presidente como la ministra de finanzas, Christine Lagarde, consideran que su papel preeminente han contribuido a la actual crisis y los desequilibrios globales. Sarkozy cree que el billete verde debe tener un menor papel dado que deja a la economía global a merced de las decisiones tomadas en Washington por la Reserva Federal, como está ocurriendo ahora que se ha puesto en marcha una política monetaria expansiva. Pese a a querer explorar un nuevo sistema monetario global, Sarkozy reconoció ayer el papel global de esta divisa ante Obama.
No obstante, dijo querer trabajar con EE UU para encontrar soluciones a las fuertes fluctuaciones cambiarias y las tentaciones de algunos países de devaluar sus divisas para salir de la crisis mediante unas exportaciones más competitivas.
El presidente francés quiere que se creen las condiciones para estabilicen los precios de los alimentos a través de una mayor coordinación de los miembros del G-20. En este sentido, la presidencia francesa quiere imponer una mayor transparencia y regulación en el mercado de materias primas y sus derivados.
Tras una hora de reunión en la Casa Blanca y antes de la cita para un almuerzo, Obama dijo que estaba encantado de oír las ideas de Sarkozy pero no habló del dólar. Sus prioridades pasan por el reequilibrio económico mundial, el papel de China en este marco, la crisis de la deuda europea y la necesidad de reafirmar una recuperación global que es muy frágil.
China reduce su superávit comercial
Barack Obama y el presidente de China, Hu Jintao, se encontrarán el 19 de enero en una reunión en la que el dirigente estadounidense volverá a presionar al asiático para que cambie su política con respecto al yuan y dinamice su demanda interna. China, entonces podrá mostrar a Obama que ha reducido su superávit comercial, que el mes de diciembre fue de 13.100 millones de dólares, unos 7.000 millones menos de lo previsto por los economistas y muy por debajo de los casi 23.000 millones logrados en noviembre.Las exportaciones crecieron un 18%, hasta los 154.200 millones de dólares, y las importaciones alcanzaron 141.100 millones, un 25% más, según cifras oficiales. China puede presentarse así en Washington argumentando que poco a poco contribuye al reequilibrio global