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Se trata de un "grave" caso de espionaje

Renault suspende a tres altos cargos por filtrar datos de su coche eléctrico

El espionaje industrial pone en peligro el proyecto estrella de Renault: el coche eléctrico. El grupo ha suspendido a tres altos directivos tras cuatro meses de investigaciones por las presuntas filtraciones de sus nuevos modelos. El ministro de Industria francés reconoce que se trata de "un caso grave" y reclama a las empresas mayores medidas de seguridad.

Un terremoto inesperado. El gigante automovilístico francés Renault inicia 2011 con un caso de espionaje industrial que además puede perjudicar la puesta de largo de su proyecto estrella: su programa de desarrollo del vehículo eléctrico. El ministro francés de Industria, Energía y Economía Digital, Eric Besson, reconocía ayer que se trata de un "caso grave" de espionaje industrial del que ya hay sospechosos, tres altos ejecutivos de la compañía gala que el pasado lunes fueron apartados de sus cargos.

"Lo único que puedo comentar es que el asunto parece grave e ilustra los nuevos riesgos para nuestras empresas", explicaba Besson en declaraciones a la cadena de radio francesa RTL. Para el ministro, el caso es especialmente preocupante dadas las ayudas públicas que recibe el grupo automovilístico para desarrollar el futuro coche eléctrico. Por ello, ha exigido a Renault -y al resto de empresas que desarrolla este tipo de proyectos con financiación estatal- que refuercen la protección de secretos industriales. "Es un riesgo para la industria francesa en general", subrayó. Y particularmente para Renault de la que el Estado francés es accionista de referencia con una participación del 15%.

Eric Besson calificó el caso de espionaje como "guerra económica". Por el momento, prefiere no hablar del despido de los tres directivos. Sin entrar en más detalles, aseguró que se han adoptado "medidas de precaución" respecto a los implicados. La suspensión sería así el primer paso que, en caso de que se confirmen las acusaciones, derivaría en despido. Este podría ser inminente según han advertido fuentes de la empresa. Además, apuntan que las investigaciones continúan.

El grupo ha invertido cerca de 4.000 millones

Pero Renault ya estaba sobre aviso. La compañía ha reconocido que "llevaba investigado desde hace meses y que ha sido capaz de constatar una serie de evidencias que demuestran cómo tres empleados del grupo han cometido una conducta errónea que infringe la ética de Renault, consciente y deliberadamente, perjudicando seriamente los activos de la compañía", asumía la multinacional francesa.

Por ahora, no ha desvelado la identidad de los tres ejecutivos suspendidos de empleo y sueldo, aunque ha trascendido que uno de los implicados formaba parte del comité de gestión de la compañía.

Este comité de gestión lo componen 27 ejecutivos y está encabezado por Carlos Ghosn, consejero delegado de la multinacional. Una alta dirección que conoce todos los detalles del nuevo plan estratégico, que Renault tenía previsto desvelar el próximo mes de febrero y que tiene el coche eléctrico como su principal baza comercial. Un proyecto ahora en peligro en el que Renault ha invertido cerca de 4.000 millones de euros y que comparte con su socio industrial, el gigante nipón Nissan.

Espías en el mundo del motor

La historia reciente de la industria del automóvil está plagada de casos de espionaje. Los frecuentes fichajes de altos ejecutivos entre compañías del sector alientan las sospechas de intercambio de información confidencial.De sobra conocido es el caso del español López de Arriortúa, 'Superlópez'. Un juzgado de Detroit acusó a Ignacio López de Arriortúa de mantener negociaciones secretas con ejecutivos de Volkswagen en 1992 para la sustracción de material confidencial de General Motors/Opel. El ejecutivo, que introdujo revolucionarios métodos de reducción de costes en las plantas de automoción, llegó a Detroit para ocupar la vicepresidencia mundial de compras de General Motors. En 1993 fichó por el grupo alemán Volkswagen y un mes después saltó el escándalo de la sustracción de información confidencial en General Motors.En 2003 Hyundai fichó a Bruce Shibuya que desde hacía 18 años trabajaba como ingeniero en Toyota, para dirigir su división de control de calidad. El directivo fue denunciado por llevarse consigo documentos confidenciales de Toyota.Hace dos años cuando Renault preveía presentar en exclusiva una nueva versión del modelo Megane, aparecieron antes en internet varias fotografías del coche.El circo de la Fórmula 1 también ha vivido casos similares. La temporada 2007 estuvo marcada por las graves acusaciones de espionaje vertidas sobre dirigentes de la escudería McLaren-Mercedes en perjuicio de Ferrari. La Federación Internacional del Automóvil impuso la mayor multa de la historia de la competición: 72 millones de euros y la retirada de todos los puntos de McLaren en el campeonato de constructores.

Modelos

Renault tenía previsto iniciar este mismo año la comercialización de sus primeros modelos de coche eléctrico: la berlina Fluence y la nueva furgoneta Kangoo. Para finales de 2011 lanzaría otros dos vehículos bajo las denominaciones Twizy y Zoe.

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