Los internautas exigen participar en la reforma del canon digital

Quieren asistir a la reunión que ha convocado el Ministerio de Cultura para el próximo día 12 de enero.

Los presidentes de la Asociación de Usuarios de Internet, Miguel Pérez Subías; de la Asociación de Internautas, Víctor Domingo; y de Apemit (Asociación Española de Pequeñas y Medianas Empresas de Informática y Nuevas Tecnologías), Josep Jover, han registrado sendos escritos en los Ministerios de Industria y de Cultura solicitando su participación en las reuniones preparatorias de la reforma del canon digital.

Como adelantó CincoDías el pasado martes, la ministra, Ángeles González-Sinde, ha convocado a los representantes de Cultura e industria, a las entidades de gestión de derechos de autor (la SGAE, entre ellas) y a la recientemente constituida patronal tecnológica Ametic a una reunión el próximo 12 de enero para preparar la reforma del canon digital.

Los cambios son obligatorios después de que el pasado mes de octubre el Tribunal de Justicia Europeo declarara ilegal la forma en que se está aplicando en España dicho gravamen.

Las asociaciones de usuarios opinan que se da la circunstancia de que el procedimiento "se resolvió a instancias de Apemit y defendida por su presidente, el letrado Josep Jover, miembro como el resto de los solicitantes de la plataforma todoscontraelcanon.es que cuenta con el respaldo de varios millones de ciudadanos".

Los internautas califican de "paradójico" que las organizaciones "que han propiciado este cambio legislativo sean, una vez más, apartadas e ignoradas del proceso de dialogo previo a la reforma en favor de los intermediarios que se lucran de ella".

"Se nos ignora a la vez que se publica en los medios que el objetivo de la reunión es establecer un diálogo entre las partes implicadas en el canon digital para preparar su reforma", explican.

En este sentido, aseguran que el canon digital "perjudica en primera instancia al creador ya que este es, a su vez, consumidor de dispositivos y soportes que se encarecen por encima de lo que las entidades les retribuyen; en segunda instancia a la industria de los contenidos le dificulta crear nuevos modelos de explotación al cobrarse de forma indiscriminada; y en tercer lugar a la sociedad en su conjunto ya que la hace menos competitiva y encarece artificialmente productos de gran consumo".

Además, apuntan que "solo los intermediarios y un reducido grupo de creadores, menos de 600, se benefician del canon y curiosamente son estos los que se arrogan la representatividad del colectivo al que perjudican en lugar de defenderle".