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Subidas de precios y costes

¿Feliz año nuevo? Depende de la factura

2011 se estrena con aumentos en los recibos.

Una cliente estudia las facturas eléctricas de varias compañías
Una cliente estudia las facturas eléctricas de varias compañías

Si cada año cuesta cambiar de calendario, este 2011 promete ser aún más duro. La crisis arrecia: las facturas son más abultadas, ergo el dinero cada vez cunde menos. Subidas de la luz, el gas o el transporte son algunos de los ejemplos del tipo de carbón reservado por los Reyes Magos este año para el ciudadano de a pie. El fantasma de la deflación ya es el fantasma del pasado. Los hogares podrán corroborarlo en sus domicilios cuando reciban sus recibos de luz y gas con un llamativo incremento. Hace una semana que el Gobierno adoptó un alza del 9,8% y del 3,9% respectivamente, en vigor desde el pasado 1 de enero.

Las asociaciones de autónomos y consumidores están que trinan, ya que estos incrementos en algunos casos triplican el IPC. De un lado, el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, asegura que "los comercios experimentarán un encarecimiento de su recibo eléctrico de 120 euros al año". Del lado de los ciudadanos, la asociación de consumidores Facua advierte de un sobrecoste de 58,32 euros al año para el gas y de 81 euros para la electricidad.

El coche, aparcado

A este panorama se le suma un incentivo más para no usar el coche. Los conductores afrontarán la cuesta de enero con el litro de gasolina de 95 octanos rozando máximos históricos y un 13% más caros que a comienzos de 2010, y con el litro de diésel a 1,16 euros, un 18% más. Llenar el depósito se traducirá en un sobrecoste de ocho y seis euros más respectivamente. Y por si fuera poco, en las autopistas dependientes de Fomento, los peajes son ya alrededor de un 1,16% más caros que hace doce meses.

Los usuarios del transporte público tampoco se libran. Los trenes de alta velocidad (AVE) y de larga distancia han aumentado sus tarifas un 2,3% desde el primero de enero. Mientras, los cercanías se han encarecido un 3,1%. Asimismo, las personas que utilizan habitualmente el autobús deben rascarse algo más los bolsillos: el precio del billete interurbano ha aumentado el 1,7%.

Pero ¿no hay algo que baje? En el caso del avión, las tasas aeroportuarias se han incrementado en el conjunto de los 47 aeropuertos españoles una media del 3,9%. Aunque tras el inmenso embrollo provocado por la huelga salvaje de los controladores, el ministro de Fomento, José Blanco, defiende que las tasas de navegación podrán abaratarse un 15%. Blanco se muestra convencido de que la "liberalización" del control en las torres de los aeropuertos impactará en los precios a la baja.

Además, no todas las subidas son perniciosas para el bolsillo. Las pensiones mínimas se incrementan un 1%, lo que alivia a unos tres millones de personas. La nota negativa la ponen las pensiones contributivas y los sueldos de los funcionarios que se congelan, después de haber bajado estos últimos en 2010.

Sin tregua en las hipotecas por el euríbor

Los ciudadanos con hipoteca verán menguar la capacidad de sus bolsillos en los próximos días. El euríbor a doce meses, índice de referencia para fijar el precio de los préstamos inmobiliarios, concluirá el mes de diciembre en el 1,527%. Esto es trece menos que el registrado en noviembre, pero por encima de los valores de diciembre de 2009.Quienes tengan que revisar su préstamo con el dato de diciembre y cuenten con una hipoteca media de unos 150.000 euros a un plazo de amortización de 25 años, a partir de enero verán incrementar su cuota mensual en 20 euros. Con todo, expertos como José Carlos Díez, de Intermoney, auguran una temporada larga de tipos de interés bajos.Un fenómeno que se debe, en opinión de los economistas, a las persistentes tensiones en el mercado de deuda que aún afectan a España. A juicio de Díez, el indicador no superará el 2% el año próximo "casi con toda seguridad", por lo que no espera que se produzcan sorpresas en la primera mitad del año. La evolución del precio oficial del dinero y con él de indicadores como el euríbor dependerá de la evolución futura que tengan las dos grandes economías del euro, Alemania y Francia.

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