Paso adelante de Repsol
La alianza entre Repsol YPF y el grupo chino Sinopec culminó ayer su primer capítulo. La filial brasileña del conglomerado que preside Antonio Brufau cerró la ampliación de capital de 7.111 millones de dólares (5.430 millones de euros) que permite la entrada en su capital del gigante chino. En concreto, Sinopec controlará el 40% de Repsol Brasil, en lo que sin duda es una de las mayores operaciones a nivel mundial del año que está a punto de concluir. Al margen de la cuantía y la rapidez con la que se ha cubierto la ampliación, la transacción que obtuvo ayer la luz verde definitiva tiene importantísimas lecturas para sus protagonistas.
Repsol logra unas jugosas plusvalías de 3.757 millones de dólares (2.870 millones de euros) que refuerzan su posición financiera y le permite dar una alegría a sus accionistas. Pero no solo eso. Para el grupo hispano-argentino, el resultado de la operación es el alumbramiento de uno de los mayores grupos de energía de Latinoamérica, radicado en uno de los países con mayor proyección en el corto y medio plazo a nivel mundial, y el inicio de un pacto con un socio de tronío. Para Sinopec, la alianza es trascendente porque le sitúa no solo en el mercado brasileño, sino también muy cerca de una materia prima clave, el petróleo.