Evolución al estilo Porsche 911 para el Continental GT
En Bentley no quieren revoluciones, pero han pulido cada detalle de su cupé deportivo.
E l Continental GT presentado en 2002 es el modelo que representa el éxito de Bentley dentro del grupo Volkswagen. Se trata de un vehículo tan completo que, para muchos, se merece el título de mejor automóvil del mundo. Desde su lanzamiento han salido de la fábrica de Crewe más de 46.000 unidades del Continental, de las cuales casi la mitad (unos 22.000) han sido cupés GT y el resto cabrios y berlinas Flying Spur. En Bentley presumen de haber encontrado un nuevo segmento de mercado para este coche, con precios en torno a los 200.000 euros. El mejor año fue 2007, pero en 2009 las ventas bajaron aproximadamente un 50%, hasta las 5.000 unidades. Ahora llega la segunda generación, que básicamente sigue empleando los mismos ingredientes que su antecesor. Desde Bentley argumentan que el GT ya es un icono del diseño y los clientes no quieren que cambie demasiado. La idea que subyace es hacer lo mismo que Porsche con el 911, una evolución constante y moderada que además proteja el valor residual de los modelos usados.
Quizá la mayor diferencia esté en el exterior, con una línea más fibrosa y afilada. Así, en las aletas delanteras y en la tapa del maletero se ha aplicado una nueva técnica para moldear el aluminio que permite esculpir mejor el panel. La calandra va en una posición más frontal, el faldón es más grande y los nuevos faros de led exteriores son ahora de mayor tamaño que los interiores. En la zaga llama la atención la tapa del maletero, con superficies más planas, y además el paragolpes es radicalmente diferente, con una zona central esculpida donde va la matrícula.
En el interior la teoría evolucionaria también se impone. La estructura y la disposición de los mandos es igual, pero comparándolo con el anterior se ven diferencias de estilo. Ahora la consola central se integra de una forma más armónica con la zona de la transmisión, y las puertas también son diferentes. Los asientos son aún mejores (con calefacción, ventilación y múltiples ajustes) y su diseño logra maximizar el espacio en las plazas traseras. El uso de los sistema de sonido y navegación mediante la pantalla táctil es más intuitivo, y por supuesto esa dulce sensación de calidad extrema, sigue intacta.
Bajo el capó ruge un motor W12 de 6 litros y dos turbocompresores, igual que antes pero con 575 CV. En 2002 nació con el motor de 560 CV y distribución del 50% del par en cada eje, y pesaba 2.385 kilos. Después llegó el Speed de 610 CV y la última evolución fue el Supersports con 630 CV.
El Continental GT pesa 2.320 kilos, 65 menos que el anterior. Una mecánica tan poderosa acoplada a la tracción total hace necesario el empleo de componentes pesados e indestructibles. Sin duda el gran progreso en cuanto a ligereza se verá a finales de 2011, con la legada del nuevo V8 turboalimentado. El GT de 2011 recoge mejoras vistas en el Supersports, como la distribución de 60% del par atrás o el cambio automático con levas en el volante más rápido. Muchos clientes adoran el GT porque anda como un supercoche y carece de los inconvenientes habituales en cuanto a la conducción o comodidad. Como en cualquier Bentley el tremendo empuje a cualquier régimen favorece una conducción relajada. Pasa de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos y acelera sin tregua hasta los 318 km/h. El precio con impuestos incluidos es de 205.000 euros, y las entregas comenzarán durante el primer trimestre de 2011.
Medio siglo de un estilo único
Durante décadas los Bentley fueron en general hermanos gemelos de los Rolls Royce en los que apenas cambiaban los escudos exteriores. Pero tras la compra de Bentley por Volkswagen en 1998 los diseñadores buscaron inspiración en los grandes modelos del pasado. Es el caso del Continental S1 de 1955. Después la denominación Continental se ha utilizado en más ocasiones, como en el cupé gemelo del Rolls Corniche de los años ochenta o en los enormes cupés de los noventa. Hoy el Continental GT apenas tiene rivales, y entre ellos podríamos destacar el Mercedes CL 63 AMG, el Maserati GranTurismo, el Aston Martin DB9 o incluso el Porsche Panamera Turbo.
Suntuoso
Siete años después de su lanzamiento en Continental seguía teniendo uno de los mejores interiores del mercado. La combinación de los mejores materiales con la precisión y la tecnología germana sitúa al modelo inglés aún más alto. Los asientos, lo mejor.