"Tengo la ambición de estar delante en Moto2"
Es la nueva estrella emergente del motociclismo español. Con solo 17 años, quiere demostrar que no es más que un adolescente. Se muestra cauto y responsable. En 2011 sube de categoría.
Acaba de subirse a las dos ruedas que le acompañarán en su salto a Moto2. Marc Márquez (Cervera, Lérida, 1993) ha batido récords. Con 4 años cogió su primera moto, a los 15 subió al podio del circo mundial y a los 17 años se ha proclamado campeón en la categoría de 125 cc. Es una nueva estrella para los aficionados.
¿Qué sensación ha tenido probando la nueva moto?
En el primer momento la he sentido un poco extraña. Todo era nuevo, una moto de cuatro tiempos, que pesa el doble. Me sentía un poco rígido, pero al final del día cogí confianza. Tengo unas impresiones muy buenas.
Para la próxima temporada, ¿se ve como campeón de Moto2?
No. De momento no me quiero crear muchas expectativas. Deseo centrarme en la pretemporada, tenemos que trabajar este invierno. Sobre la moto volveré a partir del año que viene, porque ahora mismo ya no se puede entrenar.
¿Cuál sería un buen resultado?
Pues es difícil valorarlo. Lo veré en la pretemporada, pero está claro que tengo la ambición de estar ahí delante.
¿Cuál es su sueño?
Mi sueño era ser algún día campeón del mundo. Está claro que ahora tengo otro diferente. En Moto2 quiero hacerlo bien y algún día llegar a MotoGP.
¿Cómo se informa de la actualidad?
Por el telediario. Leer nunca me ha gustado. No leo ni mis entrevistas. Me pongo a leerlas y me canso porque no me gusta leer. No sé estarme quieto delante de un libro.
¿No ha sido buen estudiante?
Sí he sido buen estudiante, pero estaba más atento a lo que decía el profesor, y con 15 minutos de estudiar ya tenía suficiente.
¿Qué estudia en la actualidad?
Estoy preparando un ciclo de administración. Desde el gran premio de Japón en octubre no he podido ir al cole. Estuve tres semanas fuera, luego volví y me estaba jugando el Mundial. Después tuve que plantearme las dos carreras más importantes de mi vida. Ahora, entre eventos y compromisos no he podido ir; cuando se calme todo me gustaría volver.
¿Se ha planteado ir a la universidad?
Me planteé ir a bachillerato y a la universidad, pero hablamos con los profesores y, con los días que falto, era prácticamente imposible. Yo quería hacer un módulo de mecánica, pero Emilio Alzamora mánager de su equipo me dijo que de mecánica ya sabía lo suficiente.
Le preguntaba por la actualidad porque estamos en una crisis importante. Usted, tan joven, ¿cómo la ha vivido?
Mi familia ha tenido suerte y no les ha afectado. En el ámbito que más me he dado cuenta es en los circuitos. Yo soy un privilegiado por tener una marca como Repsol que me ha apoyado desde el principio. Pero en el mundial se ven equipos a los que les cuesta encontrar patrocinadores y se recortan las parrillas de salida, con lo que hay menos pilotos. Ahí es donde lo he visto más. Pero ves el país y te das cuenta de que la crisis empieza a asustar un poquito. Parece que empezábamos a salir y ahora, de nuevo, volvemos. Pero pasará.
¿Sigue la política?
Poco. No me interesa mucho.
Si hubiera podido votar, ¿lo hubiera hecho en las elecciones catalanas del pasado fin de semana?
Depende. Si me lo hubiera planteado, a lo mejor. Pero no lo pensé.
El dinero que ha podido ganar hasta ahora, ¿cómo lo gestiona?
Me lo lleva todo Emilio. Hay que ver la realidad: tengo 17 años. Entre mi familia y Emilio me lo gestionan. Me dijeron que cuando sea mayor de edad me empezarían a explicar. Al fin y al cabo, te diviertes, pero es un trabajo del que vives.
"Mis padres me dicen que no cambie"
Es campeón del mundo, pero Márquez intenta demostrar que no es más que un chico de 17 años: "Me gusta sobre todo hacer deporte, en concreto bicicleta. También estar con los amigos y jugar a la Xbox. Un poco lo que hace cualquier chaval de mi edad". Ve pelis de acción, pero reconoce que solo ha ido un par de veces al cine en su vida. Sus amigos son sus compañeros de instituto, en Cervera. De allí no piensa moverse. Ni mudarse. "Se vive muy bien en casa".Su ídolo, Dani Pedrosa, se acabó marchando a Suiza buscando tranquilidad. Márquez, de momento, no tiene ese problema con la fama. "Ahora me empiezan a reconocer. Tienes que tener paciencia. Al final los aficionados son los que hacen grande este mundo". æpermil;l lo sabe bien, porque sus padres eran unos enamorados de este deporte. "Eran aficionados que iban a Jerez o a Asen con la moto. Participaban de voluntarios en las carreras. Me llevaban allí y de eso me vino. Mi padre siempre me ha dicho que lo pedí yo, que él nunca me exigió ir con moto". Tras ganar en 125 cc se alegra sobre todo por ellos: "Ven reflejado todo el esfuerzo que han hecho cuando yo era pequeño, porque las vacaciones las empleaban en mí para ir a entrenar. Los ahorros también eran para el niño". Ellos y Emilio Alzamora son sus mayores consejeros. "Me dicen que tengo que seguir como siempre y no cambiar nunca. Creo que lo estoy sabiendo hacer".También es un culé reconocido. Estuvo el pasado fin de semana en el Camp Nou viendo el partido frente al Real Madrid. "Algunos jugadores paraban a saludarnos, como Piqué, Xavi, Puyol o Villa. Cuando te saludan, te da respeto". ¿Se siente importante por eso? "Más que importante, cuando estás con estos jugadores te sientes un privilegiado. Muchos chavales del mundo darían lo que fuera por conocerles".