El Gobierno blinda la privatización de AENA del pulso con los controladores
Los grupos aeroportuarios mantienen el interés en la privatización de AENA pese al órdago de los controladores. El Ejecutivo ha blindado la gestión de los aeropuertos al separarla de la navegación. Los concesionarios no lidiarán con la plantilla de AENA.
El diseño de las iniciativas de desregulación de los servicios de navegación aérea y de privatización parcial de AENA que el Gobierno ha lanzado mediante varios reales decretos blinda (o intenta blindar) ambos procesos de las turbulencias que provoca desde hace más de un año la guerra con los controladores aéreos que el fin de semana terminó por paralizar el cielo español.
Este diseño establece que AENA se mantendrá como empresa matriz conservando la condición de ente público empresarial. De ella dependerán dos organizaciones completamente separadas; una gestionará los servicios de navegación aérea y la otra gestionará los aeropuertos a través de la empresa de nueva creación AENA Aeropuertos.
Fuentes de AENA han señalado que, en el esquema liberalizador y privatizador en marcha, "la responsabilidad sobre la navegación" y, por tanto, sobre la plantilla de 2.400 controladores, se mantendrá vinculada a la matriz de AENA.
Esta organización ha conseguido la licencia como proveedor de navegación aérea expedido por la UE. Mantiene la exclusiva para la explotación de los servicios de ruta y aproximación.
Como primer reto del programa de desregulación lanzado por el Gobierno, se encuentra la introducción del servicio de "control sin controladores", denominado AFIS, que ya es una realidad en los aeropuertos de La Gomera y Hierro. Está previsto que entre en las próximas semanas en Burgos, Huesca, Logroño y Córdoba. Estos aeródromos se mantendrán bajo la gestión de AENA.
Otra iniciativa pionera es la convocatoria de diversos concursos para adjudicar a empresas privadas el control de las torres de distintos aeropuertos. AENA asegura que el proceso se iniciará "en semanas", pero todavía no se sabe que terminales serán licitadas.
La reglamentación aprobada señala que los controladores actuales asignados a estas torres tendrán tres alternativas: subrogarse con el adjudicatario, seguir vinculados a AENA en el destino que ésta les asigne, o ser despedidos con la indemnización legal.
Por el tercer proceso, se liberaliza la formación de nuevos controladores que ya no será pagada por AENA sino por los aspirantes. A día de hoy, además de la empresa pública Senasa, existen ya otras privadas como la Universidad Camilo José Cela, que ya tienen el certificado para impartir estos estudios.
La gestión de los aeropuertos, separada por completo de la de navegación, es encargada a la sociedad anónima de nueva creación AENA Aeropuertos. Esta empresa dará entrada en su capital a uno o varios inversores que podrán tomar el 49% de las acciones.
AENA Aeropuertos gestionará hasta 45 aeropuertos de la red pública actual, y lo hará de manera directa o mediante filiales.
La gestión de los dos grandes aeródromos nacionales, Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat, se adjudicará en concursos de concesión a sendos aspirantes privados.
Fuentes de AENA aseguraron que este esquema de organizaciones separadas garantiza que ninguna empresa privada tendrá competencias, ni se verá obligada a intervenir en decisiones que tengan que ver con la actual plantilla de controladores de la compañía.
En el caso de los aeropuertos grandes dados en concesión, los servicios de control de ruta y aproximación los mantendrá por ley AENA. Además, no se prevé que sus respectivos servicios de control de torre se incluyan entre los que se adjudique a operadores privados, ya que la licitación debe ser pública por imperativo legal.
La responsabilidad de inversores privados que tomen hasta el 49% de AENA Aeropuertos, según este diseño, tampoco tendrán competencias sobre los servicios de navegación.
Fraport mira Barajas y El Prat
Los equipos jurídicos de Ferrovial y Abertis, entre otras firmas españolas interesadas, analizan con detenimiento lo único que dicen tener en sus manos: el real decreto publicado el viernes en que se empiezan a sentar las bases de la entrada de capital privado en AENA Aeropuertos y la concesión de Barajas y El Prat.Desde sus cuarteles generales se asegura que el conflicto entre controladores y Gobierno no hace mella en su posible interés, pero dejan todo el peso de la decisión de invertir en el momento en que conozcan los contratos de concesión.Algo parecido a lo que está haciendo la gestora aeroportuaria alemana Fraport, operadora de plazas en Fráncfort, Hannover, Delhi, El Cairo o San Petersburgo. La firma germana, igual que sus competidoras españolas, tira de cautela: "El proceso real de privatización ni siquiera ha sido lanzado, así que es demasiado pronto para discutir cómo se podría participar refiriéndose a la entrada en el capital de AENA o la participación en las concesiones", afirma un portavoz.La decisión de Fraport, según la misma fuente, se basará en los términos de la licitación "y si se cumplen los estrictos criterios que tenemos para este tipo de proyectos en cualquier parte del mundo".Fraport dice tomar nota de la propuesta del Gobierno español y estar siempre "interesada en la posible participación en el marco de las privatizaciones aeroportuarias en Europa Occidental".Respecto a las decisiones del Gobierno español en la batalla con los controladores, el Consejo Internacional de Aeropuertos-Europa (ACI) manifestó ayer que apoya las medidas adoptadas el pasado 5 de diciembre para abrir el espacio aéreo. Y añadió que los aeropuertos necesitan un servicio de control de navegación que sea fiable, seguro y rentable.