Gas Natural gana un macrocontrato de suministro en Estados Unidos
El rumbo que ha tomado EE UU como productor y exportador neto de gas será aprovechado por Gas Natural con un contrato con Cheniere para reservar una importante capacidad de licuación a largo plazo en la instalación de este grupo en Texas. Tendrá una característica especial: podrá licuar y regasificar al mismo tiempo.
Gas Natural Fenosa ha aceptado el ofrecimiento de la estadounidense Cheniere para adquirir un importante volumen de capacidad de licuación de gas en sus instalaciones de Sabine Pass (Texas). Aunque la compañía norteamericana cuenta con una planta de regasificación en dichas instalaciones, ha empezado a desarrollar también en ellas una planta de licuación. Se trataría de una terminal bidireccional (podría regasificar el gas que importa y licuar el que ya exporta procedente de sus yacimientos internos) casi única en el mundo.
"Un proyecto de gran magnitud", tal como lo calificó el consejero delegado de Gas Natural Fenosa, Rafael Villaseca, que acudió la semana pasada a Nueva York para recibir el premio Platts al mejor CEO del Año.
A principios de este mes, el grupo energético español ha firmado un acuerdo para negociar una reserva de capacidad en la futura terminal de Sabine de entre 1,5 y 2 bcm (mil millones de metros cúbicos) de gas al año a largo plazo. Según calculó Villaseca, el valor actual de ese gas ronda los 800 millones de euros. La instalación, que comenzará a construirse antes de 2012 y previsiblemente iniciará sus operaciones en 2017, tendrá una capacidad de licuación de 9,5 bcm al año en una primera fase.
El desarrollo de la actividad de licuación de gas en Estados Unidos es un fenómeno nuevo que refleja el cambio del papel del país norteamericano en el mercado gasístico: ha pasado de ser importador a exportador neto. La fiebre de compras de gas en el exterior provocó en su día la construcción masiva de regasificadoras en la costa oeste (hasta el punto de que su índice propio, el Henry Hubb, hoy hundido, ha sido el marcador de referencia de los precios internacionales del gas). El abaratamiento de costes de la extracción del gas no convencional (como el shale gas o gas pizarra) del que cuenta con abundantes yacimientos. Entre 2004 y 2009 esta producción ha crecido un 7,5%, lo que ha provocado un hundimiento de las importaciones del 41,5% desde 2007, pese a que la crisis de la demanda ha castigado menos a EE UU que a Europa (un 1,6% frente al 9%).
El acuerdo firmado con Cheniere es una oportunidad para Gas Natural Fenosa en la diversificación de sus mercados de aprovisionamiento, aunque el consejero delegado del grupo negó cualquier conexión de este proyecto (del que no quiso avanzar ninguna inversión) con su conflicto con la argelina Sonatrach: "Tenemos una docena de proveedores de gas y Sonatrach representa el 30% del total". Sí conectará en cambio con su negocio en Puerto Rico, territorio estadounidense en el que está presente desde 2003 a través de una planta de ciclo combinado, única generadora de gas en la isla, y de una regasificadora propiedad ambas de la sociedad Ecoeléctrica.
Cuatro millones en carbón nacional
El consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca, reconoció ayer que su compañía ha pagado cuatro millones por una opción de compra de carbón nacional. Aunque tanto el grupo como Iberdrola hayan recurrido en la Audiencia Nacional la obligación de compra que les imponía el real decreto de apoyo al carbón, ahora han aceptado "voluntariamente" comprarlo, una decisión que responde "a que es una oportunidad, dada la buena situación de los mercados de opciones y futuros del carbón". Según fuentes empresariales, las empresas han pagado 65 millones.El ejecutivo confió en que la primera emisión de la titulización del déficit de tarifa se haga en diciembre o enero y arremetió contra la lacra del déficit, que implica un coste del servicio de la deuda de 1.800 millones. Por otro lado, volvió a reiterar que solo con un recorte de las primas de las renovables se solucionará. En este punto, distinguió entre las tecnologías solares, a las que criticó con dureza, y la eólica, "una tecnología madura" por la que su compañía sí apuesta.