El Gobierno afirma que los controladores "no se van a ir de rositas"
La Fiesta de la Constitución que esta mañana se ha celebrado en el Congreso ha estado condicionada por el conflicto desatado este fin de semana por los controladores aéreos, tema de conversación en todos los corrillos. El presidente del Gobierno ha confiado en que esta situación "no se vuelva a repetir", mientras que el primer partido de la oposición espera denunciar el jueves graves problemas de gestión por parte del Ejecutivo.
Mañana martes, la Junta de Portavoces del Congreso estudiará la forma de encauzar la posible prórroga del decreto de militarización del sector aéreo en el supuesto de que el Gobierno se decante por esta opción el próximo jueves y pida autorización para ello al Congreso .
Hay controversia jurídica al respecto puesto que el decreto como tal no necesitaría ni siquiera votación y, formalmente, ni siquiera debate. No obstante, el Gobierno va a dejar espacio a la oposición para que exponga sus puntos de vista. El PP lo tiene claro y denunciará graves errores en la gestión de la crisis y, sobre todo, falta de voluntad en el Ejecutivo para prevenirla.
Zapatero ha comentado hoy al inicio de la celebración de la Fiesta de la Constitución, donde ha sido recibido con pitidos por parte de un sector del público que esperaba en la madrileña Carrera de San Jerónimo, que el periodo de vigencia del estado de alarma es de quince días y que cualquier otra decisión sobre el tráfico aéreo se adoptará dependiendo de cómo evolucionen los acontecimientos.
Información al Parlamento
El presidente evitó responder si el Gobierno pedirá la prórroga del decreto que declara el estado de alarma, decisión que condicionó también a la actitud de los diferentes partidos políticos."Nuestra obligación", señaló el presidente, "sería que si vuelve a producirse una situación así, y espero que no se vuelva a producir, tuviéramos una mayor capacidad de reacción".
El presidente recordó que tanto el estado de alarma como el de excepción , "están recogidos en la Constitución, en el capítulo que regula las relaciones entre el Gobierno y las Cortes Generales". Zapatero ha justificado también la tardanza en hablar sobre este conflicto a su deseo de comparecer en sede parlamentaria. A su juicio, el protocolo seguido fue el correcto: primero ofreció explicaciones el titular de Fomento, más tarde el vicepresidente primero y luego le toca a él darlas en el Congreso. "El Parlamento ha de ser el que tenga la información exhaustiva". Colocar a Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del gabinete de crisis fue, a su juicio, una "decisión acertada". Zapatero ha agregado que era muy difícil prevenir un conflicto de esta naturaleza.
En los corrillos que han protagonizado los invitados a la Fiesta de la Constitución se han testado las opiniones que dentro del Gobierno y de la oposición se han suscitado en torno al conflicto provocado por los controladores. Este es un pequeño resumen de los comentarios que ha podido recoger este periódico.
Consenso y malestar
.-Hay amplio consenso en que fue un acierto del presidente del Gobierno colocar a Rubalcaba al frente de la gestión de esta crisis. Actuó con decisión y firmeza. No se sabe qué hubiera pasado si en la sala de máquinas de La Moncloa hubiera seguido María Teresa Fernández de la Vega, ausente hoy de la Fiesta de la Constitución.
.-La opinión más extendida entre el Gobierno y entre la oposición es que los controladores "no pueden irse de rositas" y que la opinión pública debe percibir el castigo que se impone a los responsables del conflicto. Pese a ello, se admite que hay un margen reducido para adoptar decisiones contundentes puesto que hoy por hoy los controladores son "insustituibles".
.-Hay cierto malestar en el PSOE por la falta de previsión del Gobierno, ya que es un conflicto larvado durante muchos meses. Esta percepción se niega por parte de varios ministros consultados al respecto: no era posible prevenir un comportamiento "tan salvaje", afirman, y se siguió a rajatabla el protocolo para evitarlo.
.-La mayoría de los ministros coinciden en la versión de que el decreto aprobado el viernes que regulaba el horario laboral de los controladores iba dirigido, precisamente, a prevenir una huelga como la que se inició esa misma tarde. En el Gobierno se conocía que la decisión de los controladores gallegos de dar por finalizado este fin de semana las horas de trabajo estipuladas para todo el año podía extenderse al resto de las torres de control. Y se actuó, pero sin esperar una respuesta tan dura por parte de este colectivo de trabajadores.
.-Un ministro se encoge de hombres cuando se le pregunta si en un colectivo de más de dos mil personas que presta un servicio tan esencial y, además, sin alternativas en tiempo real, no sería razonable tener alguna antena colocada, tal vez por los servicios de inteligencia, para prevenir situaciones tan delicadas como las vividas este fin de semana.
.-En el equipo económico del Gobierno no se prevé que este conflicto vaya a tener una relevancia especial para los mercados. Es más, se opina que las turbulencias financieras darán una tregua a España bastante prolongada.
En este ámbito ha hecho también unos comentarios informales el presidente del Gobierno. Opina que la actuación del presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, fue impecable y toda una prueba "de buen hacer". Sin anunciar de forma explícita que iba a comprar deuda soberana, ha añadido el presidente, Trichet consiguió calmar a los mercados, como prueba su reacción a finales de la semana pasada.
Bono: "Quienes recurren al chantaje para defender privilegios son los únicos culpables"
El conflicto de los controladores y las turbulencias en los mercados han estado presentes en el discurso que el presidente del Congreso, José Bono, ha dirigido a los invitados a la Fiesta de la Constitución."Quienes recurren al chantaje para defender privilegios son los únicos culpables. Ni han vencido en esta ocasión ni vencerá quien lo intente de nuevo. Nos va en ello demasiado. Los culpables deben perder toda esperanza", ha afirmado Bono en relación con los controladores."El presente no es un trabajo reservado a una casta o profesión y mucho menos a los vaivenes de los especuladores o de quienes solo quieren ganar el titular del día siguiente en un periódico, sino tarea vital de millones de personas que no desean retroceder", ha añadido el presidente del Congreso.En los corrillos, Zapatero ha mantenido una larga conversación sobre los controladores con el presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente y con el magistrado del Tribunal Constitucional Manual Aragón, uno de los artífices de la sentencia sobre el Estatuto catalán.Gregorio Peces Barba, uno de los padres de la Constitución, también ha mantenido una larga conversación con el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, acerca también del conflicto provocado por los controladores.