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Columna
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La crisis del euro y la venta a corto

Los intentos de los políticos para culpar a los fondos de alto riesgo de la crisis de la zona euro son desesperados. Para decepción de los teóricos de la conspiración, la idea de que un grupo de especuladores al estilo Soros está urdiendo un desastre es una explicación poco probable de las turbulencias actuales del mercado.

En primer lugar, está el impacto de una recalificación de la deuda de la periferia de la zona euro por los operadores. Hasta hace unos meses, el sueño de la integración europea se reflejó en las decisiones de los inversores, mesas de tesorería y supervisores, que indiscriminadamente consideraban toda la deuda europea como un único producto sin riesgos. Pero la deuda periférica ha sido redefinida, donde la volatilidad se utiliza como herramienta de gestión de riegos en los modelos VAR (sistema de valoración de riesgo). España se encuentra ahora en esa categoría e Italia puede estar a punto de unirse a ella. Para los países que planearon sus calendarios de emisión de deuda sobre la base de los antiguos modelos basados en los tipos, el cambio ha sido un shock. Los ratios de cobertura en las subastas de bonos han disminuido, y los inversores han tenido que ser sobornados con altas rentabilidades para seguir comprando.

En segundo lugar, ha habido ventas masivas por parte de inversores anteriormente estables en respuesta a una mayor volatilidad. Esto ha inundado el mercado secundario de bonos de la periferia de la zona euro. El endurecimiento de los criterios de garantías de los derivados y el aumento de los requisitos de los márgenes también han acelerado este contagio.

Por último, los inversores no tienen una manera fácil de cubrir sus posiciones. El mejor representante es el credit default swaps (CDS) de la deuda soberana europea. Estos factores han jugado el papel más importante en la ampliación de los diferenciales de bonos y CDS de la zona euro. No se puede descartar completamente los tejemanejes de los hedge fund. El rumor de que Francia estaba a punto de perder el rating triple A de Standard & Poor's, posteriormente negado por la agencia de calificación, coincidió con un empeoramiento del 15% en los diferenciales de CDS entre el 29 y el 30 de noviembre. Los hedge fund más agresivos con sede en Europa pueden haberse desanimado a tomar posiciones cortas. Siempre es fácil culpar a los vendedores a corto en una crisis. Pero la carga de la prueba se mantiene sobre los hombros de los teóricos de la conspiración.

Nicholas Dunbar

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