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Informe Gestha

Consejos prácticos para reducir la factura fiscal antes de fin de año

Un contribuyente medio podría ahorrarse al menos 1.400 euros en su Declaración de la Renta del próximo 2010 si aprovecha, antes de que finalice el año, las ventajas fiscales derivadas de algunas de las desgravaciones que juegan a su favor, según las estimaciones realizadas por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA) a partir de los últimos datos medios disponibles del IRPF.

A pesar de que este año concurren algunas peculiaridades que afectan a los "trucos" fiscales más habituales para ahorrar en la declaración, la medida más efectiva para "redondear la factura final" continúa siendo la compra de vivienda habitual, su rehabilitación o la apertura de una cuenta vivienda, seguidas de las aportaciones a los planes de pensiones, las donaciones y otras menos frecuentes como las cuotas de carácter político o sindical, según explica Gestha.

Deducción por vivienda

La asociación de técnicos de Haciendo considera que lo más importante a tener en cuenta para rebajar la factura fiscal es que a finales de año desaparecerá la desgravación por compra de vivienda para todos aquellos que aún no hayan comprado una y que declaren unos ingresos por encima de 24.107 euros anuales. Quienes ganen menos de 17.707 podrán desgravarse, mientras que aquellos con unos ingresos situados en el intervalo entre esos dos importes gozarán, por el contrario, de menos deducciones que con la normativa anterior.

De este modo, los contribuyentes que compren su vivienda habitual a partir de 2011, aunque perciban menos de 17.707 euros verán mermadas sus rebajas a partir del año en que superen esos ingresos, y perderán completamente la desgravación en el momento en que declaren más de 24.107 euros anuales.

Las deducciones por la apertura de una cuenta vivienda también podrán utilizarse este año, ya que se ha aprobado una enmienda socialista al proyecto de presupuestos del Estado para 2011. Según ésta, los contribuyentes que dispongan de una de estas cuentas no perderán el derecho a las deducciones practicadas hasta el 31 de diciembre de 2010, siempre y cuando destinen ese saldo exclusivamente a la primera adquisición o rehabilitación de su vivienda habitual, sea cual sea su nivel de ingresos. A partir de 2011 las cuentas vivienda también contarán con las mismas limitaciones según el nivel de ingresos que la desgravación por compra de vivienda, añaden.

En conjunto, Gestha calcula que el ahorro medio por inversión en la compra de la vivienda habitual bajo la normativa aún vigente oscila entre los 800 y 1.200 euros, según la cuantía invertida, con un ahorro medio nada desdeñable de 816 euros.

Invertir en la jubilación

Otra de las "formas más populares" para restar en la declaración de la renta es la aportación a planes de pensiones, que un año más mantienen una deducción que oscila entre el 30% del rendimiento del trabajo y actividades económicas para menores de 50 años, y el 50% para quienes superen esta edad -con unos límites de 10.000 y 12.500 euros, respectivamente. Concretamente, los planes de pensiones permiten un ahorro medio de 384 euros, que pueden oscilar entre los 200 y los 3.500 euros dependiendo de las características de cada contribuyente.

La aplicación de únicamente estas dos medidas ya ofrecería un ahorro de entre 1.000 y 4.700 euros, con una reducción media de unos 1.200 euros.

Obras y reformas rápidas

Los Técnicos aconsejan también para reducir la factura fiscal animarse a hacer reformas en la vivienda como el cerramiento de una terraza, un balcón o un patio interior, con un límite deducible de 9.015 euros anuales. La reforma, que debe hacerse como ampliación de superficie o consolidación de estructuras, fachadas y cubiertas, debe tener un coste global que supere el 25% del precio de adquisición o de mercado en el momento de efectuarla, descontado el valor del suelo, u obtener la calificación de actuación protegida.

Además, desde mediados de abril de este año se ha comenzado a aplicar una nueva deducción del 10% por obras de mejora de la vivienda habitual, aunque es incompatible con la deducción por inversión en vivienda habitual para las mismas cantidades, aunque se puede aprovechar en los casos en que no se cumplan los requisitos de la deducción por inversión en vivienda por los contribuyentes con ingresos hasta 53.007,20 euros anuales, aunque la deducción va disminuyendo desde los 33.007,20 euros de ingresos al año. Además estas obras soportan el tipo reducido del IVA.

Esta deducción es aplicable tanto en la vivienda habitual como en el edificio en que se encuentre, para las obras realizadas entre el 14 de abril de este año y el 31 de diciembre de 2012 dirigidas a mejorar la eficiencia energética, las cubiertas y la estanqueidad, el saneamiento, el acceso a Internet y a la TDT, las instalaciones de electricidad, agua o gas, la adaptación de la vivienda a discapacitados, o la mejora de la accesibilidad.

Estas medidas, las más populares entre los contribuyentes, se complementan con otra serie de medidas menos conocidas pero también muy eficaces para aligerar la declaración de Hacienda. Es el caso de los aficionados a la Bolsa que materialicen las pérdidas generadas por fondos de inversión, acciones o derivados financieros; minusvalías que pueden servir para compensar las ganancias obtenidas en otras operaciones bursátiles sin que importe el periodo de generación de las mismas.

Por su parte, quienes opten por abrir una cuenta ahorro-empresas podrán obtener una deducción fiscal del 15% a las aportaciones que realicen, siempre y cuando se constituya una Sociedad Limitada Nueva Empresa en un plazo de cuatro años, bajo un límite anual de desgravación de 9.000 euros.

También existen otros métodos para incrementar las desgravaciones aplicables. Este es el caso, por ejemplo, de los donativos a ONGs, las aportaciones a partidos políticos o el pago de cuotas a sindicatos, unas actividades que pueden reducir entre 110 y 629 euros la declaración de la renta, con un ahorro medio de unos 218 euros.

El Cuerpo Especial de Gestión de la Hacienda Pública (GESTHA), antecedente de los Cuerpos Técnicos de Hacienda, se creó en 1976, diez años antes de la incorporación de España a la Comunidad Económica Europea (CEE), con el fin de solventar determinados problemas

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