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Media en un litigio de 290 millones de dólares

El Supremo de EE UU decidirá si exime a Microsoft de pagar por la patente de Word

El Tribunal Supremo de EE UU accedió hoy a mediar en un litigio de 290 millones de dólares por violación de patentes con el que una compañía canadiense ha impedido a Microsoft vender algunas versiones de su famoso software Word.

El caso servirá a la máxima corte estadounidense para examinar el estándar legal que debe aplicarse para determinar la validez de una patente, y podría tener implicaciones para otras compañías, informó el diario The Wall Street Journal.

Microsoft tratará de revertir el mandato con el que un tribunal de Texas respaldó el año pasado la demanda de la empresa canadiense i4i, que acusaba al gigante informático de haber utilizado en Word una herramienta de edición de XML cuya patente le pertenece.

Ese veredicto prohíbe a Microsoft vender versiones de su software como Word 2003 y 2007, y obliga a la compañía a pagar 290 millones de dólares, la mayor cantidad establecida jamás en un caso de violación de patentes.

La empresa creada por Bill Gates apeló la decisión en un tribunal federal, que no obstante dio la razón a i4i y determinó que el acusado había infringido deliberadamente la patente.

Microsoft ha insistido en que ha respetado el veredicto inicial al ofrecer versiones modificadas de Word que no contienen la herramienta en cuestión, como la incluida en el paquete de Office 2010.

Con su recurso al Supremo, pretende que se facilite a las compañías que se enfrenten a litigios similares la posibilidad de probar que la patente de su demandante es inválida.

La apelación cuenta con el respaldo de grandes compañías tecnológicas como Apple, Google, Intel y Verizon, fabricantes de automóviles como General Motors y Toyota, farmacéuticas que elaboran productos genéricos y empresas de servicios financieros, además de la cadena de distribución Wal-Mart, según The Wall Street Journal.

Su argumento es que el estándar legal actual para demostrar la invalidez de una patente es demasiado exigente, y esto hace que la balanza se acabe inclinando a favor de los demandantes.

Microsoft basa su postura en supuestas pruebas que, asegura, la Oficina de Patentes estadounidense no tuvo en cuenta cuando decidió conceder la licencia a la compañía canadiense.

I4i ha calificado la apelación de "radical" y ha asegurado que cualquier cambio a los estándares legales sobre el asunto debería proceder del Congreso estadounidense, y no de los tribunales.

El Tribunal Supremo comenzará a revisar el caso en la primavera de 2011, y se espera que emita un veredicto al término de su periodo de sesiones, en junio.

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