Trabajo quiere empresas de mediación representativas
Valeriano Gómez apuesta por reformas "ordenadas y sin prisas" para desarrollar la normativa laboral.
El Gobierno hace esfuerzos ímprobos por demostrar que dispone de un guión para sus reformas. El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, precisó ayer en el Senado el calendario de desarrollo de la reforma laboral y adelantó que en la intermediación privada apostará por empresas fuertes e implantadas en todo el territorio.
La preferencia del Ejecutivo por tener delante interlocutores fuertes, también en lo que afecta al ámbito de la intermediación laboral, es clara. En España, están establecidas en la actualidad alrededor de 400 empresas privadas de este tipo especializadas, sobre todo, en el trabajo temporal. Muchas de ellas tendrán que desaparecer o fusionarse si se cumplen los planes del Ministerio de Trabajo. Su máximo responsable, Valeriano Gómez, anticipó ayer su criterio al respecto. "No queremos miles de empresas de colocación ineficaces sino empresas fuertes bien implantadas en todo el territorio nacional y capaces de recolocar a los desempleados que tienen más dificultades", advirtió el ministro.
La mayor penetración de estas empresas en el mercado de trabajo se verá facilitada por la nueva reforma laboral y es una tendencia que sigue siendo vista con grandes recelos por los sindicatos, que no quieren oír hablar de la intermediación laboral privada en campos tan definidos como, por ejemplo, el de las administraciones públicas.
Valeriano Gómez anunció que esta iniciativa y otras contenidas en la reforma serán negociadas con sindicatos y empresarios "de forma ordenada y sin prisas", de tal forma que en el próximo semestre se asistirá "a un goteo de reformas planificado y ordenado", para el que operará el siguiente calendario de prioridades: en primer lugar, el cambio de las políticas activas de empleo y más tarde la modificación del marco para la negociación colectiva. En tercer lugar, el desarrollo normativo de los expedientes de regulación de empleo y, por último, la reforma de las pensiones y el establecimiento del llamado 'fondo austriaco' con el que se buscará facilitar la movilidad laboral
Guión firme y claro
Para salir al paso de aquellas voces que critican la pasividad del Gobierno frente a todas estas reformas y su retraso en la toma de decisiones, el ministro de Trabajo precisó que el compromiso del Ejecutivo con este guión es firme y claro, aunque reservará un espacio razonable para el diálogo con los interlocutores sociales.
"Hay que dialogar, pero hay que gobernar y el acuerdo es preferible, pero el diálogo social no puede significar un veto a la acción del Gobierno", sentenció.